El Gráfico Chile

Crónica del hincha de la U en el día más azul de los últimos años

Cerca de 47 mil fanáticos vibraron con el título número 18 de la U en una jornada donde se reunieron sus ídolos históricos, los contemporáneos y la felicidad de volver a estar juntos gritando campeón.

Por Diego Espinoza Chacoff – Giuseppina Lobos

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El hincha de Universidad de Chile se ha ganado diversas notas en los medios de todo el mundo. El más cercano ejemplo fue en la prensa de Brasil donde destacaron la fuerza con la que siguió cantando la barra de la U, a pesar de estar completamente eliminados de la Copa Sudamericana frente a Corinthians el 10 de mayo pasado.

Una particularidad que resalta en el extranjero, pero que ya se ha hecho costumbre en el fútbol chileno. Así lo demuestran las cifras de asistencia de público que poseen los azules en cada torneo, donde los resultados poco importan a la hora de alentar. Tal situación es graficada a plenitud con el cántico «salta cuando todos estén tristes», una frase que se escucha mucho en el Estadio Nacional, a pesar de que las victorias han sido más recurrentes.

Eso sí, el verdadero fanático de la U no tiene chip de lograr el título siempre. Claro, sufre por las caídas, pero en la cancha rápidamente se levanta para sentir al equipo acompañado hasta el final, tal como pasó en el último torneo de Clausura 2017. Aunque el plantel de la U actual reiteró en varias ocasiones que sólo ellos creían que podían ser campeones estaban equivocados, y los 32.222 espectadores de promedio por partido en el certamen, lo demuestra.

A pesar de que el pasado sábado el forofo acérrimo de la U que llegó a alentar al último campéon a Ñuñoa estaba más ansioso que nervioso, la algarabía del gol de Felipe Mora dejó atrás muchos miedos que habían dejado el tanto de Colo Colo a Cobresal en La Serena. Si antes habían celebrado con las figuras de antaño como Sergio Vargas, Luis Musrri o el regreso al gol de Marcelo Salas en el Nacional, ahora los azules festejaban al sorprendente Mora, quien le entregó el título a la U con sus goles y empuje, lo que quedará grabado por siempre en el corazón de los fanáticos laicos.

«Al ser campeón hay una conexión con los hinchas y tu puedes decir se cumple un objetivo y ahí existe el festejo común, se unen», cuenta a El Gráfico Chile el ex goleador azul, Diego Rivarola. «El hincha de la U te hace ganar muchos partidos. El hincha de la U es totalmente incondicional. No sabes lo que significa para uno como jugador atacar al codo sur. La gente de la U te apoya cuando vas primero y cuando no estás bien. En el último tiempo donde nunca bajó de las 20 mil personas», añade el ex lateral Mauricio Aros.

«La mejor de Chile»

Con 47 mil personas en la «final» que significó el partido contra San Luis, casi todas las figuras históricas de la U estuvieron presentes para ver cómo el equipo de Guillermo Hoyos daba la vuelta olímpica, y donde también destacaban personajes como el ex presidente de Azul Azul, Federico Valdés o el diputado Giorgio Jackson.

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«A mí me emociona la hinchada de la U, me ponen los pelos de punta especialmente cuando el equipo entra a la cancha. Cuando empiezan a cantar y subir el volumen, es increíble. Una experiencia que vale tanto o igual que el partido», señaló Valdés. «Es cosa de ver el promedio de público que viene a bancar a la U todos los fines de semana. Me gusta mucho poder venir al estadio, especialmente cuando voy a la puerta 17. Me pone contento estar apoyando al equipo en una instancia así», agregó Jackson.

Aunque durante los últimos minutos de partido la tensión en el Nacional era insoportable a ratos, el cántico de la galería sur fue de lo poco que se escuchaba en un recinto donde sólo se quería gritar campeón, y dejar de sufrir de una vez por todas con el complicado partido que habían traído los quillotanos, que finalmente no pudieron amargar la algarabía y fiesta que tenía listo para desbordar el fanático azul.

«La hinchada de la U es la mejor de Chile por lo que demostró hoy. Tuvimos muchas malas, pero nunca defraudaron, siempre alentaron, cantaron. En cada estadio que fuimos, la hinchada siempre estuvo presente. Esto es para ellos, se lo merecen», dijo el juvenil Yerko Leiva, protagonista de la tarde de festejo azul.

Aunque al volante de 18 años probablemente le queden muchos partidos con los laicos para seguir opinando, su opinión refleja la de todo jugador que ha vestido esa camiseta, y probablemente de todos los que vayan a vestir la U en el pecho, quienes se empaparan de todo el amor azul.

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