El Tigres de Eduardo Vargas perdió 2-1 la final de vuelta del Clausura mexicano ante las Chivas de Guadalajara, un resultado que le permitió al Rebaño Sagrado conquistar el 12º título de su historia e impedir que el delantero chileno festejara una nueva corona en su carrera.
PUBLICIDAD
Tras la obtención del subcampeonato, los dirigidos por Ricardo Ferretti subieron hasta el podio a recibir las medallas del segundo lugar, donde el atacante de la selección chilena protagonizó un momento de furia al no querer colocarse en el cuello la presea.
Incluso, Turboman forcejeó con el encargado de entregar los premios quien insistió en colocarle la medalla al cuello. Finalmente, Vargas se sacó la presea y sin ánimo de nada y cara de pocos amigos, se marchó del campo de juego del estadio Omnilife.