Un hecho muy poco profesional protagonizó el club Petrolero de Bolivia en la Copa Sudamericana, que enfrentó este martes a Universidad Católica de Ecuador, en duelo disputado en Quito por la primera fase del certemen.
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El cuadro altiplánico viajó a la capital ecuatoriana con apenas 13 jugadores (de un total posible de 18 en la nómina) y sin su entrenador Óscar Garvizú, en un hecho tan increíble como amateur.
El motivo de esta decisión es que los bolivianos tenían problemas en la documentación de varios futbolistas de su plantel y también de su director técnico. Una situación que quedó al descubierto cuando los visitantes se presentaron en el estadio Atahualpa de Quito con cinco elementos menos en la banca de suplentes.
El equipo fue manejado, según medios bolivianos, por los referentes del plantel de Petrolero que estaban en contacto con Garvizú desde Bolivia.
Finalmente, el cuadro ecuatoriano ganó por 3-0 sin apelación y pasó a la segunda ronda del torneo contiental, gracias a tres goles de John Jairo Cifuente. En la ida había ganado el equipo quiteño por 3-1.
Un hecho inaceptable que tendrá que revisar la Conmebol.
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Dos suplentes tiene Petrolero de Yacuiba. Misión complicada la de remontar el 1-3 de la ida. pic.twitter.com/CpWOaEIfgF
— Àlex de Llano (@AlexDeLlano) May 30, 2017
#Petrolero y los 13 jugadores que están en Quito, por cierto, tampoco está el técnico, por problemas con sus documentos,se quedó en Bolivia. pic.twitter.com/b9pt2sW5zT
— Theo Posso (@posso_sports) May 30, 2017