El portero de la Selección chilena, Claudio Bravo, dejó este lunes la concentración de la Roja, para viajar a Barcelona (España) por motivos personales.
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Esto porque este martes se realizará el juicio oral por la demanda interpuesta por el arquero chileno a la Real Sociedad, en la que reclama 1,2 millones de euros por su traspaso en 2014 al FC Barcelona de la Liga española.
En principio, Bravo no iba a viajar para este trámite en la Magistratura de Trabajo de Barcelona, sin embargo decidió ir a la ciudad condal aprovechando la lesión que lo tiene fuera de acción hace más de un mes y que le impedirá jugar mañana ante Rumania, en el último amistoso previo a la Copa Confederaciones de Rusia.
En el último contrato que firmó el meta con el cuadro donostiarra, había una cláusula en la que tenía derecho a recibir el 10% del total de su transferencia a otro equipo.
Sin embargo, en España se informó que el actual meta del Manchester City había firmado su renuncia a ese porcentaje para fichar en el cuadro catalán hace tres temporadas. Pero luego, reclamó ese monto, ya que consideraba que los derechos de los trabajadores son irrenunciables.
El arquero nacional fue vendido en 13 millones de euros al Barça en 2014 tras el Mundial de Brasil y actuó durante dos campañas en el elenco blaugrana, que con el que ganó dos Ligas españolas, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España como titular.
Además, fue suplente del alemán Marc-André Ter Stegen en la consagración de la Champions League 2015 y de dos Copas del Rey españolas.