El Gráfico Chile

Jugador argentino reconoce que usó alfileres para marcar a delantero de Estudiantes

Federico Allende fue protagonista de la histórica victoria de Pacífico por la Copa Argentina, sin embargo, su confesión poco reñida con el fair play ensucia la clasificación.

El argentino Federico Allende, jugador del equipo Pacífico de General Alvear, reconoció haber pinchado con un alfiler al colombiano Juan Otero, delantero de Estudiantes de La Plata, durante un partido por la Copa Argentina desatando la polémica en el país trasandino por la falta al fair play en el fútbol.

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Riéndose, Allende reveló en una entrevista con Radio Vorterix que pinchó varias al atacante rival. «A Otero lo maté. ¿Pero qué querés que haga? Esto es para vivos. Se dio así, sabíamos que teníamos que ensuciar el partido y pinchaba con agujas a los delanteros de Estudiantes. Sabemos que al jugador de Primera no le gusta el roce, que le hagas tiempo, que le juegues sucio. Veíamos que esa era la forma«, sostuvo, haciendo recordar las mismas estrategias que habría ocupado Carlos Bilardo y compañía en la década del 60 y 70, cuando Estudiantes era uno de los equipos más potentes del mundo, pero siempre cuestionados por faltar al juego limpio.

El defensa añadió que «el fútbol es así, pobre negro, me debe haber odiado», tras haber afirmado que antes del partido se guardó dos agujas en las canilleras.

La agresión ocurrió este domingo durante la victoria del Pacífico, de la Cuarta División, sobre el Estudiantes de La Plata en los treintaidosavos de final de la Copa Argentina.

Poco antes de la confesión de Allende, el colombiano Otero denunció en otra emisora la agresión. «Me pinchó cuatro veces, me cambiaba de punta porque me pinchaba a cada rato. Le dije al juez (Luis Álvarez) que me estaban pinchando y no me prestó atención», explicó Otero a Radio Late.

«Al finalizar el primer tiempo, yo discutí con Allende por eso. Le dije: ‘Esto es fútbol, no una pandilla’. Le dije al juez de línea y solo se reía, me dio bronca. Pensaban que era mentira. Me pinchaba siempre que me ponía de espalda. Gracias a Dios no me hizo daño», añadió el colombiano.

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