Toda una sorpresa fue la que provocó el lunes el portero y capitán de la selección chilena, Claudio Bravo, al abandonar la concentración de la Roja en Rumania para viajar rumbo a España por asuntos personales.
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Bien entrada en la noche de esa jornada, desde la ANFP aseguraron que el meta contaba con la autorización del cuerpo técnico encabezado por Juan Antonio Pizzi y que se trataba de algo judicial, en referencia a la demanda que el meta interpuso contra su ex club, la Real Sociedad, por el no pago de 1,2 millones de euros luego de su traspaso a Barcelona.
Pero el arquero del Manchester City también aprovechará su paso por suelo hispano para someterse a exámenes y ver la recuperación de la lesión que tiene en el gemelo izquierdo, la cual lo tiene en duda de cara al estreno en la Copa Confederaciones.
«Se realizará exámenes para determinar el estado actual de su lesión. Se aprovechó de hacer dado que tenía esta otra actividad en Barcelona, ya que acá (Cluj) no conocemos el lugar, así que debido a que está en Barcelona se aprovechó para que se saque las imágenes», reconoció el vicepresidente de la ANFP, Andrés Fazio, a radio Bío Bío.
De esta manera, Bravo se reintegrará el miércoles a la concentración del combinado criollo y en Moscú, cuando solamente falten cinco días para el debut de la Roja en la Copa Confederaciones, que será el domingo 8 de junio contra Camerún.
