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La madrugada de Esteban Pavez fue bastante caótica. El volante de Colo Colo fue captado por Carabineros conduciendo en estado de ebriedad y tuvieron que iniciar una persecución para detener su marcha, lo que finalmente lograron con un disparo en el neumático del vehículo.
Una vez que dejó la 18ª Comisaría de Ñuñoa, Pavez se dirigió al Estadio Monumental para hablar con Pablo Guede, quien escuchó sus descargos y le permitió entrenar junto al plantel. Una vez terminada esa práctica, el jugador asistió a la sala de prensa del estadio Monumental y se mostró arrepentido por la situación que pasó durante la madrugada.
«Quiero pedir disculpas a mi familia, al cuerpo técnico, a mis compañeros, y a la hinchada por el error que cometí. Manché a la institución que es Colo Colo. Estoy destruido, tengo mucha pena. Espero dar vuelta la página», sentenció el jugador.
«Estoy agradecido de la Comisaría que se portaron bastante bien conmigo. Quiero dar vuelta la página lo más rápido posible«, finalizó Pavez, quien tendrá que pagar un castigo económico al club por la detención de esta madrugada.