Alexis Sánchez en un frente, Cristiano Ronaldo en el otro. El duelo individual de las máximas figuras de Chile y Portugal estuvo lejos de ser el que todos esperaban en la semifinal de la Copa Confederaciones de Rusia, disputado en la Arena Kazán.
PUBLICIDAD
En un primer tiempo muy cerrado, con escasas llegadas claras, el tocopillano y el lusitano no encontraron nunca la forma de despuntar en la cancha, entregados al orden defensivo de sus rivales.
Pero si hay que comparar, fue Cristiano quien ganó el duelo personal. A los 4’ metió un cabezazo desviado, y tres minutos después metió un centro a la carrera para André Silva que cortó Claudio Bravo.
En la primera mitad, Alexis, recostado por izquierda mostró poco y nada, incluso en la mejor que tuvo -cuando dejó solo a Eduardo Vargas ante Rui Patricio- la jugada debió ser anulada porque el chileno estaba fuera de juego.
En la segunda mitad lo del tocopillano fue aún más bajo. Las molestias físicas y el cansancio le pasaron la cuenta. Intentó arrastrar marcas, probar al arco, pero las oportunidades fueron muy pocas y nunca pudo desnivelar.
Por contraparte, Cristiano mostró sus mejores armas en los segundos 45 minutos. En el 57’ Cristiano probó al arco, pero Bravo evitó con las manos. Luego a los 71’ llegó otra clara del luso: un remate al arco (que rebotó en Gonzalo Jara) que dejó a todos paralizados. A cinco del final volvió a cabecear y otra vez se fue apenas.
Ya en el alargue, Alexis tuvo la más clara. A los 93’ el tocopillano clavó un cabezazo con veneno que se fue apenas ancho. Fue lo último. El desgaste les pasó la cuenta pero fue el del Arsenal quien más lo sintió porque a la definición a penales llegó con el combustible justo.
Al final, la historia se inclinó a favor de Sánchez, quien convirtió su penal en la definición, aunque en los 120 minutos fue Cristiano quien mostró más armas en un duelo de estrellas muy deslucido para lo que todos esperaban.
