El Gráfico Chile

Atento Pizzi: las claves tácticas de la poderosa Alemania para la final con La Roja

El equipo de Joachim Low demostró que más allá de los nombres, el proyecto futbolístico se mantiene inalterable y será un hueso duro de roer para la Selección, ya sea con un 4-2-3-1 o con un 4-3-3.

(ROMAN KRUCHININ/AFP)

Alemania no vive de la improvisación. El trabajo a largo plazo que transformó al equipo de Joachim Löw en campeón del mundo en Brasil 2014 -con goleada histórica de 7-1 contra el local- se arrastra desde comienzos del nuevo siglo y se ve de manifiesto en todas sus categorías, por lo que no extrañó que un supuesto equipo B en la Copa Confederaciones se mostrara sólido para llegar a la final donde se enfrentará a Chile.

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El entrenador proyecta el recambio a futuro, mientras los jugadores sub 21 que no alcanzaron a entrar en la nómina del torneo en Rusia alcanzaron la final de la Eurocopa juvenil, demostrando que el sistema y la disciplina está por sobre los nombres, poniendo en acción la mezcla característica de rapidez, fuerza, habilidad y talento del fútbol teutón.

Las claves tácticas en Rusia están marcadas por la aplicación de los jugadores, que se adaptan muy bien al 4-2-3-1, así como al 4-3-3, basando su juego ofensivo en la capacidad asociativa de sus volantes y la impecable conexión con los delanteros. Los dos volantes centrales Sebastian Rudy y Emre Can son jugadores de primer nivel, con equilibrio entre la marca y la buena salida.

Löw se la jugó por un equipo joven y de proyección para el futuro (Foto: Agencia Uno) (TimGroothuis/WITTERS)

Mientras Leon Goretzka surge como nexo ideal, sumando a sus características la llegada al gol, que refrendó con los dos anotaciones de manual frente a México en las semifinales. En esa zona Charles Aránguiz y Marcelo Díaz tendrán que luchar para estar en el mismo ritmo de los punzantes jugadores blancos.

Timo Werner es el encargado de definir el tramado de juego de la Mannschaft, con Lars Stindl y Julian Draxler (líder de los ataques) como escuderos, demostrando toda su potencia y técnica en velocidad, adaptándose incluso de «falsos 9» como lo han manifestado durante la competición, dotando de sorpresa al ataque por lo que Gonzalo Jara y Gary Medel deberán estar muy atentos para no pasar las zozobras que tuvo México.

En defensa, Juan Carlos Osorio del equipo azteca estuvo acertado y fue claro en la previa de las semifinales: «Me encanta y apasiona la forma cómo el excelente técnico que tienen ha hecho una modificación a la defensa de tres», decía en la previa, sin embargo, nunca pudo penetrar el «fuerte alemán» pese al conocimiento previo.

Ahí rotan los nombres de Niklas Süle, Shkodran Mustafi, Matthias Ginter, Antonio Rüdiger y hasta Joshua Kimmich, sin modificar el orden de la línea de tres, ni resentirse con los cambios. Los laterales dúctiles e incansables, Jonas Hector y Benjamin Henrichs, aprovechan el retroceso de uno de los volantes centrales para proyectarse, por lo que serán una dura encrucijada para Jean Beausejour y Mauricio Isla cuando lleguen en ataque y se conecten con los referentes ofensivos.

Alemania celebra en conjunto, como la esencia de su fútbol (Foto: Agencia Uno) (TimGroothuis/Witters/AgenciaUno)

Un equipo parejo, sin estrellas rutilantes, que plantea un esquema compacto con la idea de tener la línea defensiva casi en la mitad de cancha, muy lejos del sólido Marc-André Ter Stegen, y ejercer la presión en conjunto, pero por sobre todo, le saca provecho a las mejores características de futbolistas caracterizados por su fortaleza física en viejos tiempos y ahora logrando ser completos para todas las facetas del juego.

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