Nadie lo podía creer. Cada gol de La Serena era una estocada que sorprendía a todo Colo Colo, quienes estuvieron durante toda la última semana de pretemporada trabajando movimientos con el equipo que fue titular para el partido de ida de la primera ronda de Copa Chile. Pero nada resultó y poco pudieron hacer para evitar la caída por 4 a 1 ante los Papayeros. Ahora penden de un hilo en la Copa Chile y los cuestionamientos a Pablo Guede se intensifican.
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Es que el técnico tuvo toda la libertad para trabajar en este pretemporada y le cumplieron con los refuerzos exigidos. Así, siendo precavido, el argentino definió a principio de semana el esquema y los nombres para enfrentar a los papayeros. Fue tanta la precaución que tomó con los que serían titulares que no los hizo jugar el amistoso del pasado miércoles ante Coquimbo Unido, ya que el césped del estadio Francisco Sánchez Rumoroso estaba en malas condiciones. Es más, miembros del cuerpo técnico confirmaron que buscaron suspender el pleito. «En un entrenamiento casi se nos rompe el Paredes e intentamos al menos en tres oportunidades suspender el partido».
Por eso, el mismo día que los suplentes jugaron ante los Piratas, en Colo Colo programaron otro amistoso por la mañana y enfrentaron a Unión Compañías, equipo de la Tercera División B. Así, los titulares que estarían el fin de semana ante La Serena tuvieron un ensayo que sólo trajo buenas augurios al vencer por 6 a 1. El resto de los días de pretemporada, los distintos trabajos también estuvieron enfocados en preparar su partido de Copa Chile.
Los típicos partidos entre titulares y suplentes, el técnico dispuso que sus jugadores de alternativa jugaran con un 4-4-2, esquema utilizado por La Serena, para simular las trabas defensivas o distintos problemas que le pudiesen imponer los Granates. Fue así como Marcos Bolados y Nicolás Maturana buscaban asociarse con Ramón Fernández y Christopher Gonzales, mientras que Gabriel Suazo y Esteban Pavez rompían líneas por el centro de la cancha.
La función de Esteban Paredes, en tanto, era moverse dentro del área en un cuadrado de 4×4, con la misión de mantener a los centrales preocupados de él y que sus compañeros entrarán libres con toques de primera. A su vez, en el bloque defensivo, Fernando Meza, Julio Barroso y Claudio Baeza estuvieron casi siempre bien parados cerca de la mitad de la cancha siendo éste último quien siempre se sumaba al ataque.
Sin embargo, nada de lo preparado resultó en el duelo oficial ante los papayeros. Bolados nunca pudo marcar diferencias por su sector y Maturana no tuvo claridad. El bloque defensivo, que siempre contó con la ayuda de los volantes, se vio muy vulnerable y La Serena los sorprendió en los contragolpes, ítem que más entrenó Guede en la semana, pero que en el día del partido no se llevó a la práctica.
Por lo mismo, tras la derrota, fue tanta la molestia del DT y de uno de los principales referentes, que no tuvieron problemas para emplazar en duros términos al resto del plantel y recriminarles la actitud que tuvieron en el estadio La Portada. La derrota fue un duro golpe para el DT y remeció un camarín que parecía tranquilo. Ahora, Guede asume que un fracaso en Copa Chile y perder la final de la Supercopa ante Universidad Católica lo deja sin crédito y su salida de la banca del Cacique sería inminente.