El controvertido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar ha sido detenido este martes para ser interrogado sobre posibles delitos de corrupción cometidos en la federación, el tercer caso de irregularidades en el que se ve envuelto en pocos años.
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Villar, que lleva 29 al frente de la RFEF, fue detenido en la mañana de este martes, junto a su hijo Gorka, antiguo directivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), informó a la AFP una fuente judicial.
El operativo de la guardia civil tiene lugar apenas dos días antes de celebrarse el jueves la Asamblea General de la RFEF, en la que se tiene que aprobar el calendario de la próxima temporada de Liga.
En la misma operación han sido arrestados el vicepresidente económico de la RFEF y presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, Juan Padrón, y el secretario de esa última federación, Ramón Hernández Baussou.
La justicia sospecha que los detenidos pudieron haber cometido «delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental», según un comunicado de la guardia civil.
Trato de favor
Villar, quien también es vicepresidente de la UEFA y de la FIFA, habría impulsado la celebración de partidos de la selección española y otros equipos nacionales «consiguiendo de esta manera contraprestaciones para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo, abogado especialista en derecho deportivo», según la guardia civil.
Por su lado, Padrón también habría impulsado la contratación de empresas «de las que habría obtenido un beneficio propio», al tiempo que junto a Baussou habría desviado fondos de la federación tinerfeña de fútbol hacía una sociedad gestionada conjuntamente por ambos.
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La operación, que se encuentra bajo secreto de sumario, se desató en la mañana de este martes y los agentes están registrando las oficinas de la RFEF en Las Rozas, en las afueras de Madrid.
La investigación parte de una denuncia presentada a principios de 2016 por el Consejo Superior de Deportes, cuyo expresidente Miguel Cardenal mantuvo un continuo enfrentamiento con Ángel María Villar, especialmente por la supervisión financiera que el primero quería instituir sobre las federaciones deportivas.
«Aquí no hay nadie intocable, todo el mundo tiene que obedecer la ley», dijo en una primera reacción el portavoz del gobierno español y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo.
Polémico dirigente
Esta investigación es diferente de otra en la que está inmerso Villar por una subvención pública de 1,2 millones de euros a la RFEF destinada a construir una escuela de fútbol en Haití que nunca se hizo.
La RFEF devolvió el dinero al CSD, pero el caso sigue abierto en el juzgado y Villar tuvo que declarar recientemente por él mismo ante el juez.
El controvertido presidente de la RFEF fue también sancionado en 2015 con 25.000 francos suizos (23.150 euros) por la Comisión de Ética de la FIFA por no colaborar plenamente con la investigación sobre la atribución de los Mundiales de 2018 y 2022 respectivamente a Rusia y Catar.
Sin embargo, estos escándalos de supuesta corrupción en el máximo organismo del fútbol, que llevarían a la caída del presidente Joseph Blatter, apenas lo rozaron.
En la UEFA, tras la dimisión de Michel Platini, Villar anunció que se presentaría a las elecciones para posteriormente retirarse y centrarse en su reelección al frente de la RFEF.
Con imagen de dirigente de la ‘vieja guardia’ en un momento de renovación de las cúpulas directivas, las polémicas han salpicado regularmente la gestión de Villar al frente de la RFEF, especialmente con sus enfrentamientos con el presidente de la Liga española, Javier Tebas.
Antiguo jugador del Athletic de Bilbao entre 1971 y 1981, así como 22 veces internacional con España, Villar tuvo una carrera más exitosa en los despachos tras convertirse en presidente de la RFEF en 1988.
Incómodo ante los focos, Villar pocas veces comparece ante los medios, aunque bajo su largo mandato la sección española ha vivido el mejor momento de su historia reciente, al ganar el Mundial de Sudáfrica de 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012.