Las apuestas en el deporte se han transformado en todo un problema y por eso aparecen distintos organismos para evitar posibles arreglos de partidos. En el tenis, por ejemplo, el encargado de velar por un juego limpio es la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), quienes revisan los encuentros jugados y emiten alertas en caso de percibir una opción que haya sido amañado, que algo inapropiado pueda haber pasado, o simplemente por notar patrones irregulares de apuestas, ya sea por un arreglo o por las propias condiciones de los jugadores.
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Así, en el periodo comprendido entre abril y junio de 2017, la TIU lanzó 53 alertas para los 31,281 partidos que se jugaron. Pese a que la gran mayoría son en compromisos de menor categoría, tales como Challenger o Futuros, cuatro pertenecen a un Grand Slam: uno en Roland Garros y tres en Wimbledon.
El recién terminado torneo inglés, que tuvo como campeón a Roger Federer, tuvo dos alertas en la qualy que jugaron, por ejemplo, Nicolás Jarry y Christian Garín y uno en el cuadro principal. En el campeonato francés, en tanto, la alarma fue para un partido del main draw.
Ahora, con las alertas ya creadas, la Unidad de Integridad del Tenis inicia una investigación y revisará los citados encuentros para llegar a una conclusión, aunque advierten que los patrones irregulares de apuestas no necesariamente implican que haya estado arreglado o que corresponda a una actividad de corrupción. En caso que este sea el caso, inician un nuevo expediente.