El Gráfico Chile

Nicolás Vargas, el “porfiado” campeón nacional que dominó El Gringo

El surfista chileno se consagró en la tercera etapa del Maui & Sons Arica Pro Tour y demostró todas sus credenciales. La experiencia que le da el hecho de haberse subido a una tabla de surf con tan sólo dos años se reflejan en el agua.

(PabloJimenez_Photo)

Por Gonzalo Pérez Amar, enviado especial a Arica

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Nicolás Vargas se mueve feliz por la Ex Isla El Alacrán. El actual campeón nacional de surf sabe que viene de hacer la mejor ola del día y de lo que va de campeonato en el Maui & Sons Arica Pro Tour. Pero no sólo su puntaje lo tiene feliz. El pichilemino, pese a que no es en su playa natal, está en su ambiente. En ese mar que rompe contra el malecón. En la ola El Gringo, catalogada como la más temida del mundo.

La sensación de entrar al “tubo” y salir con éxito, la misma que este jueves fue aplaudida de pie por sus compañeros de profesión y calificada con un 9.20, la viene sintiendo desde muy pequeño. A los 2 años, Nachi, su padre, lo hizo interactuar con el agua y con una tabla de surf que hasta hoy, a sus 23, son la gran pasión de su vida y su profesión.

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“No tengo recuerdos de la primera sesión surfeando, fue a los 2 o 3 años en los veranos de Pichilemu. Es difícil para un niño de tan poco edad meterse al agua porque es súper frío y no había equipamientos para mi edad. A los 7, cuando ya había un equipo adecuado, empecé a surfear. Fueron inicios importantes y que hoy me ayudan”, recuerda Nicolás Vargas sobre sus inicios en el deporte que su padre también practicaba.

Sin embargo, la relación del nacido en Pichilemu con el surf no siempre fue de amor. Pese a que hoy no concibe una vida fuera del agua, esa que tiene a pocos metros en su ciudad natal, en un momento pensó en no seguir el que era el sueño de su padre: ser un rider profesional.

La presión de su progenitor por ver que su hijo podía cumplir un sueño que era propio lo llevaron a no querer seguir. Sin embargo, en un momento lo dejaron en libertad y se pegó el “porrazo”, ese mismo que da cuando cae de una ola, para saber que estar sobre la tabla era lo suyo.

En un momento no me gustaba mucho. Mi papá me obligaba demasiado a surfear y no me gustaba, prefería andar haciendo cosas con mis amigos de esa edad. Me tuvo muy chico y quizá frustré su sueño. Siempre me decían ‘métete al agua’ y yo no quería surfear. Ellos tenían amigos  californianos que me querían entrenar y yo de porfiado decía que no”, rememora sobre su niñez y sus primeros pasos en el surf.

“Me sentía muy presionado y no quería que fuera así, no me sentía cómodo haciéndolo así. Después me dejaron solo, empecé a fluir y me di cuenta que era lo que me gustaba. Si hubiese hecho más caso ahora estaría en otro nivel”, agrega.

Cuando finalmente decidió dedicarse al surf, a Nicolás Vargas no hubo quien lo baje de la tabla. Así, ya con 15 años, empezó a competir en el tour nacional y fue subiéndose a la cresta de la ola. De ser campeón junior hoy ya puede ostentar la corona de monarca chileno y tener claras opciones de quedarse con el Maui & Sons Arica Tour.

Vargas en el tubo

Pero no sólo ahí quedan sus expectativas en un deporte que será olímpico por primera vez en Tokio 2020. Aunque sabe que en Chile aún falta mucho por desarrollar, las esperanzas son tan grandes como la sonrisa que tiene al salir del agua con el mejor puntaje en lo que va de torneo.

“Estamos muy tarde (con respecto a otros países), pero hay un nivel de olas increíbles. Para lo tarde que vamos el nivel de Chile es súper bueno. Los eventos así valen la pena, hay que demostrar el nivel y hacer lo mejor posible para dar a conocer lo que hay en el país”, sentencia sobre el nivel que tiene el surf en nuestro.

“No somos muchos los que estamos en el circuito mundial y nos dedicamos cien por ciento a esto. De aquí a un par de años vamos a tener gran apoyo monetario en la federación y eso llegará a los riders. Hay que seguir construyendo, consiguiendo logros, buenos resultados, y haciendo campeonatos. Hay buen nivel en Chile y nuevas generaciones que pueden sacar la cara”, concluye.

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