El ex tenista chileno Adrián García (ex número 103° del ATP) nació en Concepción y se desarrolló como tenista amateur hasta que el histórico Jaime Fillol lo apadrinó, y lo invitó a vivir a su casa en Santiago. Ahí García se desarrolló como profesional y conoció a todo el clan tenístico de los Fillol, donde el más pequeño era el actual número uno de Chile, Nicolás Jarry (141º del ATP).
«He seguido su carrera de primera línea, ya que lo conozco desde que tiene un año y medio. Yo llegué a vivir a la casa de Jaime Fillol cuando tenía 17 años. A pesar de que le agradezco todo a mi primer entrenador Eugenio Wernekinck y a mi padre Felipe, a Jaime le debo casi todo lo que soy en el tenis, además de mi familia en Concepción, a ellos en su familia en Santiago», contó el ex integrante de la generación dorada del tenis chileno a El Gráfico Chile.
«Donde los Fillol conocí a Nico, lo conozco de toda la vida. Sé que ahora entrena con Martín Rodríguez, que es amigo mío, y también vino una vez a Belgrado, se quedó en mi casa, vino a jugar un Futuro en Serbia y yo estoy muy contento por lo que está haciendo. Esto es sólo el comienzo, él tiene el potencial para estar entre los 20 primeros y hay que darle un poco más de tiempo nada más, porque tiene las armas para avanzar mucho más», añadió García.
Además de destacar las capacidades que tiene el último campeón del Challenger de Medellín, el ex tenista destacó que la base de su tenis se las entregó Fillol, además de sus padres quienes le inculcaron la filosofía del deporte.
«Desde chico siempre estuvo jugando tenis. Jaime jugaba muchísimo con él, bueno lo formó en sus comienzos y ya pintaba para buen tenista porque los papas de Nico son muy deportistas, atletas, altos, fuertes, así que en genética no se iba a quedar atrás e iba para ese lado. En la familia Fillol todos tenían que jugar tenis así que esa es la base», cerró.
