La noticia de que Eugenio Mena fue sorprendido manejando en estado de ebriedad y a exceso de velocidad marcó el trabajo previo de la selección chilena antes de la Copa Confederaciones y pese a que el cuerpo técnico de Juan Antonio Pizzi no decidió sancionar al lateral, la justicia siguió el proceso que terminó con una sanción que aprovechará la visibilidad pública del deportista para ayudar a la sociedad.
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El jugador del Sport Recife brasileño se presentó ante el Juzgado de Garantía de Curacaví donde escuchó la sentencia que lo obligará a pagar tres millones de pesos por el proceso, además de un millón y medio para bomberos de Curacaví y la misma cantidad para la Unidad de Discapacitados de la misma ciudad.
El Chueco tendrá retenida su licencia de conducir por dos años según explicó a CDF el El fiscal jefe de Curacaví, Luis Cristián Cáceres: «Al jugador se le formalizó por el delito de manejo en estado de ebriedad simple. Reunía los procedimientos para una salida alternativa y en conformidad a eso se le suspendió condicionalmente el procedimiento».
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La notoriedad pública y el ejemplo que da cómo deportista destacado influyó en la medida que no le impedirá al jugador salir del país para jugar en su club en Brasil: «Las medidas fueron más rigurosas por ser una persona pública. Está la suspensión de la licencia de conducir por dos años, pagar una determinada suma a dos instituciones de beneficencia local, fijar domicilio en el territorio y hacer una charla motivacional a una institución deportiva local», finalizó el funcionario.