por Sebastián Díaz Pinto, secretario Asociación Hinchas Azules
PUBLICIDAD
El Torneo de Transición arrancó de buena manera para Universidad de Chile. Un triunfo con lo justo, en una cancha histórica para los azules, ante un rival que mostró juego y ganas de quedarse con los tres puntos. Pese a la victoria, los azules no mostraron su mejor versión, se notó la ausencia de algunos nombres y la falta de rodaje del equipo. Finalmente, el partido se definió desde los doce pasos. Fue ahí donde apareció la silenciosa figura de David Pizarro, jugador clave –que no es titular– pero, que siempre responde cuando el equipo lo requiere. Su categoría y experiencia son innegables, además, su aporte trasciende lo meramente futbolístico. Aquello, bien lo sabe el profesor Ángel Guillermo Hoyos.
David Pizarro es un jugador ya probado. Sus años en Europa y su regularidad son su mejor carta de presentación. Eligió volver a Chile, al club que lo vio nacer como profesional: Santiago Wanderers. Hasta ahí todo bien, es el camino lógico para un jugador de su cartel que quiere disfrutar sus últimos años de carrera. No obstante, su retorno al fútbol chileno no fue lo que él esperaba, por lo mismo, terminó fuera del equipo de Valparaíso, y no de la mejor forma. Se fue con críticas hacia el modelo de administración y la dirigencia que preside al club caturro.
Luego de aquella salida, Pizarro comenzó a entrenar en la U. Buscó un lugar para mantenerse en forma y buscar un posible retorno a Europa. Sin embargo, el cuerpo técnico se cautivó con él y terminó firmando contrato en la tienda azul. Con su talento intacto, solo fue necesario adecuar los esfuerzos físicos, con la idea de llegar en la mejor forma posible a disputar minutos en cancha.
El resultado superó lo esperado, un jugador de 37 años en plena vigencia. En silencio, aporta con su experiencia dentro y fuera de la cancha. Bien lo demostró el torneo pasado, gran parte de los minutos que estuvo en cancha, fueron claves para levantar el título que la “U” consiguió el semestre pasado. Ingresando en los segundos tiempos, supo jugar para mantener el resultado en los minutos finales.
Finalmente, hace poco, se dio a conocer que David piensa colgar los botines en el equipo mágico a fin de temporada. Por mi parte, espero que medite su decisión y pueda extender su contrato por un semestre más, para poder verlo jugar la Copa Libertadores. Es una chance válida, para el mismo David, para las y los hinchas azules y porqué no, para todas y todos quienes amamos al fútbol en esencia. Quién sabe, quizá sea esa la chance para que su foto esté colgada en la galería de referentes de la “U”.