El fútbol está lleno de detalles. Y con dos técnicos de la misma línea, como Pablo Guede y Germán Cavalieri -su ex ayudante-, éstos pasan a tomar preponderancia.
Palestino decidió recibir a Colo Colo en el pasto sintético de La Florida porque su DT pensaba que así podía incomodar a su rival. A su vez, el entrenador albo, debido al césped artificial, determinó reservar a Jorge Valdivia y no utilizarlo desde el arranque.
Sin embargo, tras un centro, Brayan Véjar acusó lesión y el Mago tuvo que saltar a la cancha cuando apenas iban 21’. Cinco minutos después, el enganche abría la cuenta con un remate bajo que doblegó a Darío Melo.
Los mismos cinco minutos pasaron hasta que Roberto Gutiérrez peleó una pelota en el área del Cacique y se la dejó servida a Marcos González. Con un potente derechazo, un expediente poco común en el defensa, puso el 1-1.
Hubo otro cambio antes del entretiempo, pero no fue en el Tino ni en el Popular. Carlos Ulloa se lesionó y en su lugar entró a arbitrar Jorge Osorio, quien pitó para irse al descanso.
Gol mal anulado, penal perdido y lesiones por doquier
Y vaya si Osorio fue protagonista en la segunda mitad, ya que a los 51’, Octavio Rivero dejaba atrás las polémicas y anotaba de cabeza, pero el árbitro lo anuló por un inexistente offside, obedeciendo la bandera levantada del juez de línea. Un error más de los asistentes, que han fallado garrafalmente en cada una de las tres fechas que van del Transición.
El pito volvió a ser determinante a los 59’, cuando sancionó de forma correcta penal para Colo Colo por una falta sobre Esteban Paredes. Como ha sido la tónica en este semestre, Jaime Valdés se paró delante de la pelota, pero Melo le tapó el disparo.
De ahí en adelante, la pierna fuerte y las lesiones se tomaron el partido, que se interrumpió reiteradas veces, por lo que se dieron ocho minutos de descuento. Sin embargo, aunque estuvo más cerca, el Cacique no pudo anotar el segundo y terminó resignando un empate que le impide llegar a la punta.
