Las sonrisas volvieron a los rostros de los dirigentes del fútbol argentino tras los complicados momentos que vivió la AFA por problemas económicos, deudas salariales impagas en los clubes y una total desorganización en el torneo, todo gracias a la presentación de una entidad que promete solucionar estas debilidades: la Superliga del fútbol argentino, que fue estrenada en sociedad en una ceremonia marcada por el entusiasmo.
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La nueva organización surge de un antiguo anhelo de los clubes más poderosos del país trasandino y encubre una operación con la que por fin dejaron a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de manos atadas a la hora de tomar decisiones en temas tan importantes como la repartición de dineros o el uso de los derechos televisivos.
Justamente este último acápite será fundamental para incrementar las arcas de los equipos. El contrato firmado con Fox Sports y Turner Sports dejará atrás la televisión pública que permitía a los hinchas ver todos los partidos sin pagar un peso y ahora, a través de los canales Fox Sports Premium y TNT Sports, transmitirán hasta octubre los partidos de forma gratuita, pero a partir de octubre lo hará con una cuota mensual de pago por el uso de la señal de cable, con un valor que asciende a los 11 mil pesos chilenos
Así, los clubes se harán cargo del torneo de primera división a partir de este mes, ocupando un sistema basado en La Liga (España), la Bundesliga (Alemania) o la Premier League (Inglaterra y Gales), en un modelo que genera expectativas y aprensiones.
«Es un modelo muy utilizado en las mejores ligas del mundo, pero sigue siendo toda una incógnita. Acá existe otra idiosincracia, los manejos dirigenciales son diferentes, está a prueba y será un examen constante por lo menos los primeros meses», comenta a El Gráfico Chile el periodista deportivo Rodrigo Duben, quien ha seguido de cerca la implementación del nuevo sistema.
El profesional también destaca uno de los aportes que traerá el cambio de modelo con la inclusión un «fair play» financiero para emparejar la cancha entre los clubes con más dinero y los que menos tienen, aunque con la duda si la repartición de utilidades irá, justamente, en contra de esta medida: «Además de sacar a los clubes de las deudas, se buscará que no haya tanta desigualdad en los ingresos económicos y que los clubes se beneficien con ellos. La idea es que haya topes en los fichajes para intentar regular los traspasos y que exista equidad. Veremos cómo funciona, porque los ingresos se van a distribuir con mayor porcentaje para los equipos grandes y eso podría provocar que en el futuro los ‘grandes’ sean aún más ‘grandes’ y los ‘chicos’ más ‘chicos’«, señala.
La repartición de estos nuevos dineros, además de los que entrarán por el contrato de derechos televisivos, que durará hasta el año 2022 y asciende a mil millones de dólares, es uno de los temas conflictivos, definiéndose de forma provisoria que se dividirán en cuatro «pisos», encabezados por River Plate y Boca Juniors en el primer nivel y dejando a los dos ascendidos, Argentinos Juniors y Chacarita, en el espacio de los que menos ganan.
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En lo futbolístico las cosas no cambiarán mucho y los 28 equipos tendrán que jugar todos contra todos en una rueda que dirimirá al campeón del torneo, que comienza el 25 de agosto de 2017 para finalizar el 13 de mayo de 2018. La gran diferencia es que la fecha de clásicos pasará a la historia.
Justamente el arraigo con el televidente será uno de los temas más complicados a la hora de la implementación: «Los más importante es darle tiempo para ver como la gente se acostumbra al fútbol pago, será un proceso de adaptación, con la promesa de que se acaben las deudas», comenta Duben.
Para ello, las señales del cable que ganaron la concesión se preparan con sus mejores armas y anunciaron los relatores clásicos de Fox para funcionar de gancho, encabezados por Gustavo López y Sebastián Vignolo, además de los comentarios de Diego Latorre y Martín Liberman, como actores principales.
La Superliga Argentina promete llegar para quedarse y traerá nuevos pero aún cuestionados aires a un fútbol que quiere volver a lo más alto.
