El fichaje de Neymar al PSG fue el gran golpe al mercado de verano en Europa, por la importancia del jugador para el fútbol mundial y por la significancia en el aspecto económico para el futuro de las negociaciones en las mejores ligas del mundo, que parece seguirán el mismo camino de fastuosidad hasta el 31 de agosto cuando se cierre el libro de pases.
PUBLICIDAD
La vara sigue subiendo en las transacciones internacionales y la salida del capitán de la selección brasileña comienza a jugarle en contra al equipo Culé, que con los 220 millones que recaudó con el pago de su cláusula de salida quiere dar un golpe de efecto para poder competir en la próxima Champions League.
Pero no será fácil. Los equipos de Europa saben que el Barça tiene caja, por eso el Liverpool se mostró exigente desde un principio, rechazando la primera oferta por su mejor jugador, Coutinho. Tras la negativa, el equipo catalán contraatacó y lanzó una oferta que convencería a cualquiera: 130 millones de euros, sin embargo, el «efecto Neymar» volvió a pesar y en Inglaterra se pusieron exigentes negándose a vender, según informó el periódico Daily Mail.
En los Reds aseguran que le quieren dar en el gusto a Jurgen Klopp que necesita al volante brasileño para pelear por la Premier League y lograr la clasificación en la fase previa de la Champions, sin embargo, en la isla especulan con que ya le habrían dicho al agente del jugador que le permitirán salir en caso de que la oferta llegue a los 150 millones.
El Barcelona lo piensa, mientras en el Borussia Dortmund siguen los pasos del Liverpool y subirán las exigencias por Ousmane Dembelé al que no lo dejarán partir rumbo a España por menos de 90 millones de euros, pese a su interés, demostrando que el efecto Neymar marcará el fin del mercado de fichajes.