El TAS le dio una alegría por secretaría a Chile y Paraguay le pegó un cachetazo en la cancha, donde se ganan las clasificaciones a los Mundiales. La Selección jugó uno de sus peores partidos con Pizzi en la banca y cayó por un claro 3-0 ante la Albirroja en el Monumental, complicando seriamente las aspiraciones de ir a Rusia 2018, aunque los resultados de los otros partidos lo mantienen en zona de clasificación.
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El ambiente fue diferente en Macul. El público que llegó al estadio venía con otra «onda», no fueron pasivos como lo han sido casi siempre. La Marea Roja se hizo escuchar desde la previa con cánticos. Sopresivamente eso no fue factor para levantar a un equipo nacional que entró nublado.
Los de Francisco Arce salieron a esperar, se agruparon en su zona y cuando podían hacían correr a Lucas Barrios, a Miguel Almirón u Óscar Romero. Y fue con ese simple juego que hicieron daño, porque en la salida Gonzalo Jara estaba impreciso, tal como el domingo pasado en el Superclásico.
Corrían los minutos y el bicampeón de América no estaba, no aparecía, era un fantasma. Fue así como en una jugada triste, desafortunada y a la misma vez nefasta, llegó el primer gol guaraní. Centro con veneno de Romero y Vidal les ganó a todos en su área, pero en vez de rechazar la clavó en el ángulo de Bravo. El Rey que protagonizó una polémica fuera de la cancha el pasado martes, ahora sufría por el infortunio.
Tras el cachetazo del gol en contra despertó el cuadro de Pizzi, pero con la cabeza nublada. Alexis empezó a jugar de 10 e intentó juntarse, mayormente, con Isla por el sector derecho. El Huaso parecía puntero, aunque todos sus centros encontraron a un defensor visitante. Se empezaba a sufrir en el Monumental.
El reloj de Néstor Pitana corría rápido, se iba el primer tiempo… Antes de eso Eduardo Vargas casi logra la paridad con un derechazo de media distancia, aunque encontró bien parado al portero Silva. ¿No hemos dicho nada de Castillo? No, al parecer se quedó en Ciudad de México.
La efectividad paraguaya
El complemento arrancó con un Chile furioso, sin embargo las ideas eran pocas y el libreto decía que había que tirar centros, los que fueron, como es lo es casi siempre, un dulce para los defensores centrales paraguayos.
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Pizzi miró al banco y le dijo a Valdivia que se preparara. Justo en ese momento llegó el fatídico 2-0. Un rebote extraño dejó mano a mano a Víctor Cáceres (55′) con Bravo y el volante anotó el segundo con un zurdazo bajo. Amargura total. Lo que se celebró en el TAS, Paraguay lo echaba por tierra con dos llegadas y dos goles.
No sólo el Mago entró a la cancha, porque Macanudo se aburrió de Castillo, que no hizo nada, y decidió poner a Esteban Paredes, que aparte de una camiseta roja tenía que ponerse el traje de salvador.
Nerviosismo y frustración. Esas dos palabras se conjugaban en el Monumental. También apareció la amargura, porque en los 70′ Aránguiz erró un gol solo y en el rebote anotó Paredes en offside, por lo que la jugaba fue anulada.
En una de las últimas jugadas del partido Alexis perdió la pelota de forma infantil en la mitad de la cancha, y en un contragolpe letal los guaraníes anotaron el 3-0 mediante Richard Ortiz. De revancha nada, Paraguay nos ganó los partidos.
Si Chile no jugó para Chile, sí lo hicieron el resto de los equipos, que con los resultados que se dieron, dejaron al cuadro nacional en zona de clasificación para la cita planetaria.
El camino al Mundial de Rusia quedó enredado, difícil, tortuoso. Hay que ir a ganar a Bolivia el martes, pero con eso no alcanza. La calculadora científica vuelve a Juan Pinto Durána, ahora con el signo de suma del mismo tamaño que el de las restas.
Así vivimos el triste minuto a minuto
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