Por Diego Espinoza, enviado especial a La Paz
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Los días previos al partido entre Chile y Bolivia habían transcurrido con tranquilidad en La Paz. Motivados por comprar entradas o por hacerse notar, los chilenos habían llegado al estadio Hernando Siles sin ningún problema, más allá de alguna broma de los bolivianos; pero ese escenario cambió en las horas antes al compromiso.
Con los hinchas chilenos arengando desde muy temprano en el ingreso principal del estadio paceño, fanáticos aislados de Bolivia intercambiaban palabras e insultos con los nacionales, que no paraban de cantar que eran locales esta tarde en La Paz.
Sin embargo, toda la situación cambió cuando decenas de fanáticos de La Verde, la barra oficial de los altiplánicos, se acercaron en masa al estadio, lo que obligó a los efectivos policiales a retirar rápidamente a los pocos chilenos que aún seguían gritando por la puerta principal.
Entre los cánticos con los que llegó La Verde al Siles, destacaba la histórica rencilla política entre ambos países por la salida el mar para Bolivia, pero también comparaban negativamente a los chilenos con los ingleses, invitando a los hinchas nacionales a irse a nadar con los británicos.
La rivalidad política y en cancha continúa entre Chile y Bolivia, a más de 100 años del término de la guerra del Pacífico y tanto los cantos en contra, como la enorme pifia al himno chileno por parte de los bolivianos, no ayuda a aminorar un conflicto que parece nunca acabar.