18 de septiembre, sinónimo de fiesta para los chilenos, pero no para todos, especialmente para uno: Jean Pierre Bonvallet. Este lunes se cumple el segundo aniversario de la muerte de su padre, Eduardo, y para él no es fecha de celebraciones.
PUBLICIDAD
El hijo del Gurú le abre la puerta de sus emociones a El Gráfico Chile en estos días tan sensibles. Fondas, cuecas y empanadas no forman parte de su panorama dieciochero.
¿Qué sientes cuando se acerca esta fecha?
Nunca un 18 de septiembre va a ser igual para mí. Significa mucha tristeza, pero también me siento honrado. Es una fecha que jamás olvidaré. Lo voy a ir a ver al cementerio y a darle las gracias por la herencia más grande que me dejó, una insignia: donde llego, me atienden bien. Hasta los que le tenían mala, sus detractores, se dieron cuenta de que este loco lindo no hablaba tantas tonteras. Todo lo que él dijo se ha ido cumpliendo.
¿Cómo eran antes los 18 de los Bonvallet y cómo imaginas que será ahora?
Nosotros para el 18 nos juntábamos en familia a compartir, porque él era muy nacionalista. Creo que el pago que tuvo en vida de la gente no fue tan bueno, pero él siempre dijo “yo voy a ser leyenda” y así va a ser, y quizá vaya aumentando, como los mitos. En estas fechas me pasa mucho que personas se me sinceran por las redes sociales y me dicen “gracias a tu padre salí de la depresión” o “pude reconquistar al amor de mi vida”. Veo todo este cariño y me enorgullezco, pero, a la vez, obviamente me pongo triste.
Más allá de ir al cementerio, ¿qué tienes pensado hacer?
PUBLICIDAD
Voy a pasarlo en introspección, solo, porque para mí no es ninguna fiesta. Va a ser triste y doloroso, porque los recuerdos son muy duros, ha sido traumático todo esto. Uno también se equivoca, he cometido errores con algunas publicaciones, pero ya dejé todo eso para poder hacer mi vida tranquilo y con mi familia, como él, que era un amante de sus hijos. Yo creo que a él le afectó mucho estar solo un 18.
Me decías que él era muy nacionalista. ¿Piensas que eligió este día a propósito?
Él decía “yo siempre hago lo que quiero”. Decidió irse el día que él quiso, quizá sí, por nacionalista. La última vez que lo vi, me dijo “hijo, no creo que tenga una larga vida”, pero sinceramente, nunca me lo imaginé.
¿Qué crees que le diría Eduardo Bonvallet a la selección chilena en este momento complicado?
Estaría muy triste. Él antes, como vicecampeón de América, miraba a los futbolistas para abajo, pero estos jugadores de ahora lo emocionaron. De hecho, dijo que estaban para ser campeones del mundo. Su mensaje sería que falta mano dura, criticaría a Pizzi por no manejar bien el camarín, porque fueron bicampeones y se relajaron un poco. El futbolista chileno es hijo del rigor, en la concentración no puede haber nada de casinos, siendo que a Vidal lo admiraba mucho como jugador, pero sabía que hay que tenerlo controlado. Sería una crítica constructiva para tenerlos unidos, sin chipe libre. Hubiese dado su apoyo y estrategia para poder clasificar.
¿Pretendes seguir su camino?
Me han llamado para que haga videos de la Selección, pero mi papá ya tocó techo en eso. Quiero salir de las comunicaciones -porque muchos dicen que imito a mi padre y eso me da lata-, marcar la diferencia y realizar lo que él dejó inconcluso: ser entrenador de fútbol y demostrar en cancha.