Wayne Rooney, hasta hace poco capitán de la selección inglesa de fútbol, fue condenado este lunes a dos años sin conducir y 100 horas de trabajos sociales al ser sorprendido ebrio al volante.
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El delantero de 31 años del Everton fue sorprendido por la policía el 1 de septiembre a las 2 de la madrugada conduciendo, con más alcohol del permitido en la sangre, el auto de una mujer que lo acompañaba y a la que había conocido en un bar esa noche.
El juicio, que duró unas pocas horas porque Rooney se declaró culpable, tuvo lugar en un tribunal de Stockport, en el noroeste de Inglaterra, y, al término del mismo, el jugador difundió un comunicado a través de la agencia británica Press Association en el que pidió disculpas y expresó su arrepentimiento.
My statement of apology – https://t.co/51WmrVDCev
— Wayne Rooney (@WayneRooney) September 18, 2017
«Tras la audiencia judicial de hoy, quiero pedir públicamente disculpas por mi falta de juicio al conducir (con alcohol) por encima del límite legal. Fue completamente equivocado«, estimó.
«Ya he pedido disculpas a mi familia, a mi entrenador y presidente y a todos en el Everton. Quiero ahora pedir disculpas a todos los hinchas y a quienes me han apoyado a lo largo de mi carrera«, añadió el ex Manchester United.
«Acepto por supuesto la sentencia de la corte y espero hacer enmiendas durante mi servicio comunitario«, agregó.
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Rooney lleva casado desde 2008 con Coleen, con la que empezó a salir en la escuela y con quien espera su cuarto hijo. No es la primera vez que el jugador es seguido por los medios por líos de faldas, al que en este caso se añadió conducir ebrio.
Poco antes del incidente que le llevó a juicio, Rooney había sido visto en un bar posando para un ‘selfie’ junto al jugador de cricket Jack McIver en el pueblo de Alderley Edge, al sur de Manchester.
Mejor goleador histórico de la selección inglesa con 53 tantos en 119 partidos, Rooney anunció su retirada internacional el 23 de agosto.
En julio dejó el Manchester United, donde jugó 13 temporadas, para regresar al Everton, el club en el que se formó y en el que saltó a la fama cuando era un prodigioso adolescente.
A principios de mes, el entrenador del Everton, Ronald Koeman, expresó su descontento con el incidente de Roonery pero dijo que el club lo gestionaría «internamente».
El juicio llega en un mal momento para el club de Liverpool, que el domingo acumuló su tercera derrota seguida precisamente ante el antiguo club de Rooney, el Manchester United, y es 18º en la clasificación.