La humillante goleada 8-0 que le propinó River Plate a Jorge Wilstermann en los cuartos de final de vuelta de la Copa Libertadores, que finalmente le dio el paso a los argentinos a las semifinales, sigue generando repercusiones. Es que los bolivianos habían superado por 3-0 a los Millonarios en la ida, donde habían mostrado un buen juego, pero en Argentina el Aviador no fue ni la sombra del compromiso en Cochabamba y los pupilos de Marcelo Gallardo, en menos de 30 minutos, ya tenían la llave a su favor.
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Por lo mismo, el presidente del club boliviano Grover Vargas, anunció que realizará un sumario interno por la debacle que vivieron en Buenos Aires, donde serán investigados jugadores, dirigentes y cuerpo técnico, para comprobar si existió algún «arreglo» ante River.
«Estoy haciendo un sumario interno, obviamente. No es normal el partido que tuvimos. Antes del partido en Buenos Aires hablé con el cuerpo técnico y estábamos bien, ahora el tema de los jugadores… yo los conozco, la mayoría están mucho tiempo conmigo, creo que son gente decente». sostuvo Vargas.
Uno de los que podría verse perjudicado es el entrenador Roberto Mosquera, quien ya había estado envuelto en otro resultado «raro» que favoreció a River Plate. El año 2015, el DT era entrenador del Juan Aurich, quienes en la última fecha del grupo 6 de la Copa Libertadores enfrentaban a Tigres. Entonces ¿cuál era la relación? En caso que los peruanos no sumaran puntos ante los mexicanos, a los argentinos, en el otro duelo de la zona 6, sólo les bastaba vencer a San José de Oruro para avanzar de ronda.
El panorama parecía complicado para los Millonarios, ya que el cuadro Felino llegaba al encuentro ante los peruanos con la clasificación asegurada a los octavos de final de la Libertadores y, por lo mismo, viajaron hasta Perú con un equipo conformado por suplentes.
Como era de esperar, River venció sin problemas por 3-0 a San José y esperaba el resultado del compromiso entre Juan Aurich y Tigres para conocer su suerte en la Copa. Y el «milagro» llegó. Tigres venció por 5-4 al conjunto peruano dirigido por Mosquera, resultado le permitió a los trasandinos superar la fase de grupos. Aquel año, los Millonarios ganarían la Libertadores por tercera oportunidad en su historia.
Ese mismo año, Mosquera, en la previa de los compromisos ante los argentinos, confesó a Milenium Sports que «tengo una unión con River sin querer, por amistad. Mi padre jugó con Di Stéfano, quien me llevó en brazos, con Pedernera y Rossi. Nací y vi fotos de ellos y así surgió mi simpatía por River. Comencé a seguirlo, a comprar la revista El Gráfico y después pude jugar en el Monumental contra Alonso, Passarella, Jota Jota López y hasta Ramón Díaz».
Coincidencia o no, Mosquera nuevamente se ve involucrado en un resultado «raro» que terminó favoreciendo a River y costándole la eliminación de su equipo, en esta ocasión al Jorge Wilstermann donde milita el arquero nacional Raúl Olivares.
