Casi un mes tuvo que pasar para que Pablo Guede diera la tradicional conferencia previo a un partido. Por distintos motivos y casi evitando la atención a la prensa, el técnico había logrado zafar. Pero este jueves, en la previa del encuentro ante Universidad Católica que jugarán este domingo, el técnico volvió a enfrentar los micrófonos y lo hizo como en sus inicios, sorprendiendo con la calma y sinceridad con la que explicó las últimas polémicas que han surgido en Colo Colo.
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Pese a que tras la victoria ante San Luis de Quillota por 3-0 el DT había utilizado la ironía para explicar el altercado que vivió con Esteban Paredes, este jueves cambió el chip y con la alegría que le provocó la victoria y más calmo, se sinceró y explicó cómo fue la discusión con su goleador y capitán. Además, se dio el tiempo para explicar el encontrón que tuvo con Agustín Orión en el entretiempo del partido con los Canarios.
Primero, explicó la situación vivida con el arquero, quien en el partido se fue a los camarines discutiendo al cuerpo técnico y dando un golpe al túnel. Sobre este hecho, el DT señaló que todo partió porque al principio no escuchaba lo que le decía el argentino, pero que la molestia del jugador se incrementó por la actitud de los pasapelotas, ya que demoraron en dos ocasiones en la entrega del balón y le impidieron hacer una salida rápida, a diferencia de lo que ocurría cuando le pasaban la pelota a los jugadores de San Luis.
Donde sí se tomó su tiempo fue para explicar detalladamente el «encontrón» con Esteban Paredes en el entrenamiento del pasado martes 19 de septiembre. «Llevas toda la razón del mundo con que me equivoqué al ser irónico el otro día, pero había terminado un partido recién, venía a mil y lo que menos quería era que me preguntaran de un problema que montaron. Pasó un martes y, oh casualidad, lo sacan un jueves antes de un partido súper importante. Me salió así, tengo mis momentos. No importa lo que yo diga. Si digo que no me peleé con Paredes, dicen que sí. Si digo que con Barroso no tengo ningún problema, tengo problemas con Barroso. Montaron una cosa con Esteban que estaba lejos de la realidad», comenzó su vasta explicación.
«Muchas veces ustedes no son los culpables, alguien les cuenta las cosas. El problema es de la manera que se los cuentan, porque está el bueno que cuenta la verdad y el mala leche que distorsiona la verdad. Y muchas veces ven si le dan importancia a algo o no, pero lo que yo diga no tiene validez y pasó en un montón de temas (…) Es tan fácil como preguntar si discutieron o no ¿Cómo trato a los jugadores cuando me caliento? ¿Me vieron en la pretemporada? Muchas veces roza la agresividad por mi tono de voz, pero a mí me pagan por sacar rendimientos, no por ser amigos. Lo mismo con Barroso, con él discuto casi todas las semanas de fútbol y eso me hace crecer. No me voy a pelear nunca con Paredes. El día que me pelee con Paredes me voy del club. Él es recto, tiene su carácter y yo tengo mi carácter«, agregó en su introducción al tema.
Luego, profundizando en el problema particular, señaló que «te cuento la verdad: terminamos dándonos un beso y cagándonos de risa. Viene el guardia a la mañana y me dice ‘tengo cinco (familiares) de Fierro, seis de Barroso, cuatro de Ríos y cinco de no sé quién’. Me sonó raro. Un día de fiesta y nadie tenía nada mejor que hacer. Los paro a todos y pregunto: ‘Gonza, ¿cuántos son tuyos?’ Dos, me dice. ‘¿Michael?’ Tengo a mi hermano que está acá al lado mío, responde. ‘¿Julio?’ No, nadie. Rarísimo. Eran 15 y sólo estaba la familia de Gonzalo, sólo entraron sus familiares. me olvidé»
«Cuando se lesiona Orellana, se lesiona justo de ese lado, entonces levanto la cabeza y estaban los 15. Llamo al guardia y le digo que están autorizados sólo los de Gonzalo y le pido que los saquen a los otros. Ahí viene el Tanque y me dice ‘ahora que llevamos media hora de práctica’. Le digo ‘es que no los vi’. Se enoja y yo me enojo. Claro, para qué carajo los va a sacar ahora si ya vieron todo. Le contesto como soy yo y más que estaba caliente porque Orellana se había roto el tobillo y me partió el corazón. Se estaba rompiendo el culo, entrenó doble turno para ponerse bien y le pasa eso. El guardia agarró a todos y los sacó, eso fue lo que pasó. Pito el final de la práctica, nos miramos y digo ‘qué boludo, ven y dame un beso y un abrazo’ y nos fuimos», relató.
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Incluso, cuando estaba en plena explicación sobre el altercado, apareció Paredes y le dijo «Pablo, vamos a almorzar», a lo que el DT respondió «Tanque vení que estoy explicando lo sucedido». Guede, con la calma que le provocó la goleada ante San Luis, volvió a su esencia en la previa del duelo con Universidad Católica, donde Colo Colo buscará lograr su segunda victoria consecutiva en el torneo de Transición.