Edgardo Marín, periodista e historiador, no duda ante la pregunta: «Es un clásico. Porque tiene suficiente antigüedad, suficiente popularidad, y eso creo que va determinando a un partido de esa índole», explica.
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Según el comentarista, la popularidad de ambos clubes que emergió hace más de 55 años, y las definiciones de campeonato mano a mano que protagonizaron en los últimos años, provocó que el choque entre albos y cruzados elevara su categoría.
«A fines de los ’50 y principio de los ’60 es cuando estos partidos se convierten en clásicos. En esa década la U y la UC construyeron un imperio y Colo Colo, que ya era muy popular se metía entremedio», argumenta.
Sin embargo, Rubén Espinoza, campeón con la Franja en 1984 y 1987, tricampeón con Colo Colo (1989, 1990 y 1991) y parte del plantel de la Libertadores del ’91, tiene su teoría: «sólo es un partido bonito».
«Uno cree llamarlo clásico, pero un clásico siempre fue la UC con la U o la U con Colo Colo. Ahora se le quiere denominar clásico a todos los partidos importantes, pero este es solo un partido bonito. Es verdad que existe una rivalidad pero es algo futbolístico que no pasa más allá», explica el actual gerente deportivo de Ñublense.
El ex volante aporta un dato no menor y que ha marcado la historia de los UC-Colo Colo: La localía en San Carlos de Apoquindo. “Católica siempre debió jugar en estadio con su gente, porque siempre ha reunido las condiciones”, afirma.
Francisco Arrué, formado en el Monumental pero con armadura de caballero cruzado, refuta la visión de Espinoza y golpea la mesa. «El que dice que no es clásico es porque seguramente nunca jugaron en la UC o Colo Colo. Los que vienen a decir eso parece que son los que se cuelgan de Johnny Herrera cuando dijo que con Católica era un partido ‘cacho’”, dispara el ex volante.
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Y agrega: «Cómo no va a ser clásico, si son dos de los equipos más grandes del país. El que diga que no es una mentira. La previa se vive de la misma forma y la gente también lo vive así».
De todas formas, Arrué coincide con Espinoza en cuanto a la localía cruzada en la precordillera: «en ese momento uno no le daba mucha importancia a no jugar en su estadio, aunque la rivalidad existía. Pero estar en tu estadio con tu gente, tiene un gran valor», explica.
Si es clásico o no, Néstor Raúl Gorosito, emblema cruzado en los ’90, también aporta a la discusión: «Cada uno tiene su opinión, pero nosotros lo vivíamos como un verdadero clásico. En esos años la rivalidad fuerte era con la U, pero con Colo Colo era lo mismo. En Chile hay tres clásicos marcados y uno de ellos es Católica-Colo Colo», remata.