Las dos derrotas en la pasada doble fecha de las Clasificatorias rumbo a Rusia 2018, dejó a la selección chilena fuera de los cupos para el próximo Mundial. Un golpe duro para un equipo desgastado, que viene de temporadas con poco descanso y que no lo ha pasado bien en sus clubes. A pesar del éxito con la Roja de los últimos años, la «Generación Dorada» llegará a los últimos dos partidos de la clasificación con un lastre físico y emocional muy fuerte, y que tiene a Marcelo Díaz como el primer damnificado del equipo histórico.
«Marcelo (Díaz) ha sido y será un jugador importante para la selección, pero por una serie de variables contempladas en esta convocatoria, creemos que los jugadores que han sido seleccionados reúnen las características que requerimos para nuestro plan«, explicó Juan Antonio Pizzi sobre la ausencia de Carepato quien, después de cinco temporadas abandonó el fútbol europeo para recalar en Pumas de México.
Un traspaso que significó un claro símbolo del bajón deportivo por el que atravesaba Díaz, el cual también se reflejó en la Roja durante los últimos dos compromisos y que Pizzi no perdonó. En la caída 3-0 frente a Paraguay en el estadio Monumental, el mediocampista fue reemplazado a los 57′ para dar paso a Esteban Paredes y en la derrota 1-0 ante Bolivia, sufrió la misma suerte al salir de la cancha a los 66′ por Jorge Valdivia.
La caída de las estrellas
Sin embargo, el caso de Díaz no es el único preocupante. Este viernes se confirmó la lesión de Pedro Pablo Hernández -quien se suma al lesionado Nicolás Castillo-, uno de los seleccionados con más regularidad en Europa. El argentino-chileno ha jugado los seis partidos de la fecha en España con el Celta de Vigo y que asomaba como el reemplazante del centrocampista de Pumas. El Tucu suma 253 minutos en el cuadro gallego y fue titular frente a los altiplánicos ante la suspensión de Charles Aránguiz.
Además de los dos mediocampistas, las grandes estrellas de esta generación tampoco lo han pasado bien. El arquero y capitán Claudio Bravo es suplente en el Manchester City hace meses y esta nueva temporada en Europa ha jugado sólo 135 minutos. Ante eso, el guardameta de 34 años hizo una autocrítica del momento por el que atraviesa el exitoso elenco que él lidera, reconociendo el desgaste que ha significado los títulos de los últimos años.
“Cuando vienes de conseguir logros importantes, viene el relajo. El equipo ha perdido el carácter de competir y eso es lo que debemos recuperar (…) Los que llevamos más tiempo tenemos un desgaste tremendo, está el tema de la edad también. Creo que ya después del Mundial que viene hay que empezar a pensar en otra generación«, declaró el meta nacional.
En la misma línea del presente de Bravo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez han presentado molestias físicas que los han marginado de algunos partidos del Bayern Munich y Arsenal respectivamente. En el caso del volante de los bávaros, la goleada 3-0 sufrida por el PSG en Champions League le costó el puesto a su técnico y caló hondo en su equipo. No bastando con eso, Celia Punk estuvo dos semanas fuera de las canchas tras la caída ante Bolivia y sólo volvió el 16 de septiembre cuando su equipo goleó 4-0 al Mainz 05. En total el Rey suma 331 minutos jugados en la Bundesliga.
Por otra parte, la vida de Sánchez ha estado marcada por su frustrado traspaso al City de Bravo. Criticado y relegado a la banca en el Arsenal, donde hasta la temporada pasada era la gran estrella, el tocopillano ha jugado sólo 184 minutos durante la presente Premier League. Dado que su equipo sólo disputa la Europa League, el técnico Arsene Wenger ni siquiera lo ha citado a la banca de suplentes en dicho torneo. «Uno quiere que sus grandes jugadores siempre estén con uno y ambos son grandes jugadores, pero necesitan estar en buena forma», dijo el galo hace un par de semanas sobre el presente de Alexis y del alemán Mesut Ozil.
Pizzi optimista
Sin embargo, y según Pizzi, el desgaste no es algo que pueda afectar el rendimiento de Chile en los trascendentales partidos venideros. «Estamos seguros que la preparación es bastante completa. Han tenido mucha continuidad y eso obviamente va a repercutir en nuestro rendimiento. Todos tienen ilusión», aseguró el entrenador de la Roja.
«Está recién empezando la temporada (europea) así que físicamente van a llegar en buenas condiciones. Anímicamente también estarán bien, todos tuvieron vacaciones. Van a llegar con ganas de competir», añadió.
La «Generación Dorada» de la Roja está quemando sus últimos cartuchos y se juega la clasificación al tercer mundial consecutivo (tras Sudáfrica 2010 y Brasil 2014), pero con un equipo quebrado anímicamente por los resultados, y con una merma física que podría terminar para siempre con los años más exitosos en la historia de la selección chilena
