La selección chilena recibió una nueva sanción de la FIFA por cantos homofóbicos en el estadio Hernando Siles de La Paz, para el pasado duelo frente a Bolivia por Clasificatorias, y el castigo colmó la paciencia de los directivos de la Asociación Nacional de Fútbol (ANFP).
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El secretario general del organismo, Sebastián Moreno, lamentó la sanción y fue más allá. Para el directivo de Cobresal, la capacidad de las medidas realizadas por la ANFP hasta ahora son menores a las realmente necesaria, y además culpa a la idiosincracia chilena por los castigos.
«Le hemos explicado en todos los términos posibles y los idiomas posibles a la Comisión de Disciplina de la FIFA, cuál es la labor educativa que tiene una Federación de Fútbol y hasta donde llegan los principios en los cuales uno puede influir en la sociedad», dijo Moreno a radio Cooperativa.
«Hay otras activaciones que necesariamente requieren de otros grupos sociales. Como Federación de Fútbol continuaremos trabajando en convencer y lograr llegar con nuestro mensaje, pero hay un concepto que va más allá, hay un tema de educación en general de la sociedad y obviamente escapa a una labor de una Federación de Fútbol», añadió.
El organismo que lidera al fútbol chileno deberá pagar más de 26 millones de pesos según lo impuesto por la FIFA este lunes, ya que además de los cantos homofóbicos en Bolivia, también se le sancionó por el retraso a la cancha del Estadio Monumental para el duelo frente a Paraguay.
