El técnico Juan Antonio Pizzi no tiene duda de cuál es su máxima estrella y salvación para llevar a la selección chilena a Rusia 2018. Para él, el delantero Alexis Sánchez es el jugador distinto que tiene el equipo nacional para equilibrar la balanza a su favor en el final de las Clasificatorias, categoría que se ha ganado luego de convertirse en el goleador histórico.
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Ya sea para el próximo duelo frente a Ecuador, contra Brasil o cualquier otro compromiso, el entrenador de la Roja confesó que le entregará la libertad que necesite el tocopillano dentro de su equipo, sin importar su esquema dentro del terreno de juego.
«El mejor puesto de Alexis es dentro de la cancha. Si él está adentro, en cualquier posición rinde. Sin embargo, si hay necesidades del equipo, a veces hay que usarlo en una posición u otra de acuerdo a la proyección que se haga del partido. No sólo del rival en este caso, sino que también del momento de los jugadores, que acompañan a alguien tan importante como Alexis«, apuntó Pizzi.
Debido a su pasado como ex delantero del FC Barcelona, de la selección de España, entre otros elencos; el actual DT de Chile le entregó toda la confianza a su estrella y declaró que, tal como lo ha hecho durante su proceso, le dará libertad para que el Niño Maravilla lo lleve de una vez por todas al Mundial de Rusia 2018.
«Creo que las cualidades de Alexis están en cualquiera de los sectores. Por la derecha, como centro delantero, por izquierda o, incluso, como mediapunta. En cualquiera marca diferencia. Lo que tenemos que hacer nosotros con Alexis, es ofrecerle el mejor escenario para que él pueda desarrollar sus virtudes de la mejor manera posible, en cualquier sector«, añadió.
Durante sus 117 partidos jugando por la selección chilena, Sánchez ha tenido una participación predominante en cancha, disputando cerca de nueve mil minutos en cancha y marcando 38 goles que lo elevan como el máximo artillero de la Roja.
Dado que la Roja acumula cerca de 400 minutos sin anotar en partidos oficiales, la estrella de Arsenal deberá demostrar su apodo de Maravilla y darle otra vez una mano a Chile.
