Diego Espinoza Chacoff y Gonzalo Pérez Amar
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Minuto 83 y Chile parecía tener abrochado un triunfo que le permitía meterse de nuevo en zona de clasificación directa para el Mundial de Rusia 2018. Pero como estas Clasificatorias no han sido fáciles, tampoco lo podía ser el partido con Ecuador.
Ahí, a seis minutos del final, los fantasmas aparecieron nuevamente en el Monumental. Un gol de Romario Ibarra silenció a una Marea Roja que había respondido con aliento en las tribunas y desató el festejo de una novel selección ecuatoriana, que celebró tal como si fuera una final. Los dirigidos de Juan Antonio Pizzi veían como sus esfuerzos se esfumaban y Rusia se alejaba.
El tiempo para reaccionar era poco y la Roja supo aprovecharlo de gran forma. Un minuto después del desaforado festejo ecuatoriano, Arturo Vidal, sabiendo que se perdía la última fecha por suspensión, dio lo último que tenía que dar en las Clasificatorias y fue a recuperar una pelota hasta la línea de fondo de la zaga ecuatoriana. Centro al área y Felipe Gutiérrez saca un remate que contiene Máximo Banguera. La historia parecía ser la misma que se contó tantas veces, lamentando quedar fuera de un Mundial. Pero no, esta vez fue diferente y apareció Alexis Sánchez para marcar el 2 a 1.
Todavía quedaban cinco minutos y la tensión era máxima. Mientras el público le preguntaba a aquel romántico que estaba pegado a la radio por el resultado de los otros partidos, la banca de Chile sufría con un reloj que parecía correr más lento que nunca. Pese al nerviosismo, el aliento en el Monumental se notaba y los jugadores lo sintieron para aguantar con uñas y dientes un resultado que puede valer un Mundial.
El cartel de tres minutos de descuento fue una buena noticia dentro de tanto nerviosismo y ahí los jugadores de la banca se abrazaron para presencia el final de un tenso partido. Al grito unísono de «la hora, la hora», el cuerpo técnico y los seleccionados esperaban atentos el pitazo final de Sandro Ricci. Un poco más allá, abstraído y con los shorts arremangados, Jorge Valdivia tomaba un balón como buscando algo que hacer para esperar ese ansiado sonido. Un sonido de silbato que fue más maravilloso que nunca y que sentenció el 2 a 1 final.
Euforia total en la cancha del Monumental y los jugadores de la Roja tuvieron un mesurado festejo para celebrar ese pequeño gran paso que dieron a Rusia. Jorge Valdivia finalmente soltó ese balón que había tomado sobre el final y fue para lanzarlo a un público que respondió y que aguardó ansioso el final del resto de los partidos de las apretadas Clasificatorias rumbo a Rusia 2018.
A esa altura, poco importaba que Paraguay le haya dado vuelta el partido a Colombia y se metiera nuevamente en la pelea. El desahogo está cumplido y la tabla dice que Chile, a falta del complicado partido con Brasil, estaba tercero.