Manuel Pellegrini es el entrenador chileno más exitoso y destacado de las últimas décadas en el mundo del fútbol. Su imagen traspasó las fronteras de nuestro país y es un DT reconocido en todo el planeta.
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El Ingeniero es desde Fernando Riera el director técnico con mejor trayectoria surgido desde nuestra tierra. Sin embargo, no ha podido demostrar esa capacidad al mando de un equipo nacional ni tampoco se ha sentado en la banca de la Roja.
Ahora, con la salida de Juan Antonio Pizzi luego de la dolorosa eliminación del Mundial de Rusia, el nombre de Pellegrini asoma como el más fuerte para sentarse en la banca de la Selección, sumado a su deseo de ponerse el buzo rojo en algún momento y a su enorme amistad con el presidente de la ANFP, Arturo Salah.
Sin embargo, el ex futbolista surgido en Universidad de Chile ha tenido una carrera de altos y bajos, que si bien tuvo enormes logros, también tuvo enormes decepciones en los desafíos más importantes que enfrentó.
Las mejores obras del Ingeniero
Sin duda que las mejores estaciones de Pellegrini como entrenador fueron en San Lorenzo en Argentina, Villarreal y Málaga en España, y Manchester City en Inglaterra.
En los Cuervos logró dos títulos en el Clausura 2001 (con récord histórico de triunfos) y en la Copa Mercosur 2001 (primera corona internacional de su historia), lo que transformó en un mito del club y tras lo cual fichó en River Plate.
En España brilló con dos equipos menores, a los que llevó a instancias nunca antes vistas. Al Submarino Amarillo lo metió dos veces entre los cuatro primeros de España (4° en 2004/05 y un histórico subcampeonato en 2007/08). Además, alcanzó una semifinal de Champions League en 2005/06 y unos cuartos de final en 2008/09. Es el mejor entrenador de la historia de ese club y tras ese notable período llegó al Real Madrid.
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Mientras que en la Costa del Sol, Pellegrini llevó a un equipo condenado al descenso a ser 4° en la temporada 2011/12. Además, lo condujo a cuartos de final de Champions League 2012/13, en otra campaña para el recuerdo, lo que le valió el salto al Manchester City.
En el fútbol inglés, el chileno llevó a los Citizens a un histórico doblete en su primera temporada en 2013/14 ganando la Premier League y la Copa de la Liga. Sin embargo, luego decayó y fue subcampeón de la Premier en 2014/15, campeón de la Copa de la Liga 2015/16 y semifinalista de la Champions League 2015/16. Un registro más que aceptable, antes de irse a China para dirigir al Hebei Fortune.
Pellegrini fue campeón en Ecuador, Argentina e Inglaterra. Además, brilló con equipos chicos en España.
Las terribles decepciones
Pero no todo es miel de abeja para el Ingeniero. También tuvo de las malas y algunas son muy malas. Como por ejemplo en su debut como entrenador, donde no pudo salvar a su querida Universidad de Chile de un insólito descenso en 1988.
Ese resultado parecía que lo iba a marcar de por vida y que su carrera de DT no iba a despegar. Sus pasos por Palestino y O’Higgins fueron irregulares y en 1994 llegó a Universidad Católica que venía de ser subcampeón de Copa Libertadores, en un plantel que contaba con estrellas de la talla de Néstor Gorosito y Alberto Acosta. Sin embargo, la UC no pudo ganar el título y fue subcampeón detrás de la U en 1994 y 1995, obteniendo solamente la Copa Interamericana 1994 y la Copa Chile 1995, trofeos menores a lo esperado. En 1996 fue despedido por mala campaña y su imagen se veía muy deteriorada.
Pellegrini, tras su notable explosión en San Lorenzo, llegó a River Plate en 2002 para llevar a los millonarios a lo más alto, justo cuando Boca Juniors venía de un período ganador con Carlos Bianchi. Y el chileno cambió la historia a medias, porque conquistó el Torneo de Clausura y fue finalista de la Copa Sudamericana en 2003, pero eso no le bastó ya que los xeneizes ganaron la Libertadores, el Apertura y la Intercontinental ese año, además de derrotarlo en la mayoría de los clásicos. Eso le costó el puesto a un Ingeniero muy criticado por los medios trasandinos.
El último sabor amargo del DT durante su carrera fue su paso por Real Madrid en 2009/10. Florentino Pérez lo eligió para dirigir su nuevo proyecto millonario con el objetivo de cortar la hegemonía del Barcelona de Pep Guardiola y Lionel Messi, que el año anterior ganó el triplete Liga-Copa-Champions. Contrató a Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Xabi Alonso y Kaká por cifras estratosféricas y los merengues apuntaban a una nueva era galáctica, pero no fue así. En la Liga fueron 2° detrás de los catalanes pese a un campañón histórico de 96 puntos (los culé fueron campeones con 99 -récord hasta ese entonces-), pero los papelones en la Copa del Rey (eliminado por el Alcorcón de Tercera División) y en la Champions League (fuera en octavos ante el Olympique Lyon francés) lo sentenciaron.
Una historia que podría sumar otro capítulo en la Roja.