El camino al Mundial de Rusia 2018 fue complejo desde todos los sentidos para Chile, donde se sufrió hasta el último segundo para perder el pasaje a la cita planetaria en el partido decisivo ante Brasil en Sao Paulo.
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Existieron varias hechos futbolísticos y extrafutbolísticos que fueron complicando el camino de la Roja en la búsqueda de la tercera Copa del Mundo tras Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 hasta hundirnos con una dolorosa eliminación.
Quisimos repasar las situaciones que marcaron este proceso y que van desde el tormentoso adiós de Sergio Jadue hasta la supuesta escapada de Arturo Vidal al casino Monticello en la previa de la derrota ante Paraguay que sepultó las opciones de la Roja.
El adiós de Sergio Jadue
Cuando recién comenzaba el proceso rumbo a Rusia 2018, se dio un hecho que remeció al fútbol chileno: la confusa y sucia renuncia de Sergio Jadue a la presidencia de la ANFP tras casi cinco años en el cargo. El calerano viajó a Estados Unidos para colaborar con la FBI en una investigación por corrupción que lo involucraba y cuando regresó al país presentó una licencia y se ausentó de los duelos ante Colombia y Uruguay (tercera y cuarta fecha de las Clasificatorias). La movida era sólo una forma de preparar la renuncia, que finalmente presentó el 18 de noviembre, y la huida, que aún lo tiene en territorio americano. Así, el ex timonel del fútbol criollo reconoció todos los ílicitos en los que se vio involucrado a cambio de una disminución en su condena. Para cerrar su lamentable paso por la testera nacional, desde lo extrafutbolístico, Jadue redactó una carta donde junto con agradecer se jactó de la Copa América obtenida en 2015 y de la modernización de la gestión y la infraestructura en la ANFP, finalizando el insólito mensaje con un triste «misión cumplida».
Las suspensiones de Jorge Valdivia y Eduardo Vargas tras la caída ante Uruguay
Chile y Uruguay llegaban al duelo por las Clasificatorias rumbo a Rusia con sangre en el ojo por lo vivido en la Copa América 2015, cuando el elenco chileno (a la postre campeón) lo superó 1-0 en un duelo que también tuvo a Gonzalo Jara como protagonista por «provocar» a Edinson Cavani con el famoso «dedo». Los charrúas, en duelo disputado en el Centenario, barrieron 3-0 con los nacionales en medio de la crisis que se vivía en nuestra selección con la incierta situación del por ese entonces técnico de la Roja, Jorge Sampaoli. A la débil actuación en cancha, los nacionales sumaron dos suspendidos importantes para lo que restaba del proceso: Jorge Valdivia y Eduardo Vargas. El Mago recibió cuatro partidos de sanción y 10 mil francos suizos de multa tras insultar al juez colombiano de aquel compromiso, Wilmar Roldán. Turboman, por su parte, fue sancionado con dos encuentros y 7.500 de la misma moneda por gestos obscenos a la hinchada charrúa.
La turbulenta salida de Jorge Sampaoli
Jorge Sampaoli llegó a la Roja como sucesor de Claudio Borghi, tras un exitoso paso por Universidad de Chile que incluyó la obtención de la histórica Copa Sudamericana 2011 con el cuadro laico. El casildense siguió con los éxitos a cargo de la selección nacional y sumó el primer título oficial de toda su historia con la Copa América 2015 que se disputó en nuestro país. Luego de aquello el trasandino adquirió notoriedad mundial y sonó con insistencia en varios clubes y selecciones, en medio de acusaciones de contratos cuestionables con dineros en paraísos fiscales. Uno de ellos, Sevilla, fue el que concretó ese interés y le ofreció un jugoso contrato, por lo que el ex adiestrador de O’Higgins buscó desesperadamente la forma de salir de la Roja. Su vínculo con la ANFP estipulaba una cláusula de salida que superaba los 6 millones de dólares, pero tras arduas negociaciones y varias declaraciones, que incluyeron el emblemático «en Chile me siento un rehén», el calvo entrenador logró salir y hacerse cargo de la dirección del conjunto hispalense antes de, con un proceder idéntico, arribar a la selección albiceleste.
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Costosa tarjeta a Gary Medel en Paraguay
Uno de los puntales de la selección chilena en los últimos tiempos es Gary Medel. El formado en Universidad Católica se transformó en el bastión de la zaga nacional y poco a poco había hecho olvidar su complicado carácter, que lo llevaba a ser continuamente expulsado, con regularidad y fiereza en la marca. Sin embargo, los fantasmas revivieron en Asunción cuando el Pitbull volvió a ver la tarjeta roja en la caída 2-1 ante a la Albirroja por insultar al juez argentino Néstor Pitana. En esa ocasión, Medel recibió cuatro partidos de sanción e hizo tambalear la defensa del seleccionado nacional durante varios duelos, lo que nos costó varios malos resultados.
El caso Nelson Cabrera
Sin dudas uno los aspectos claves de estas Clasificatorias para Chile fueron los puntos que el TAS le adjudicó por el «Caso Cabrera». En cancha y como local, la Roja no pudo superar a la débil Bolivia e igualaron 0-0 (en la vuelta cayó 1-0 ante los altiplánicos por lo que no le ganó en cancha ninguno de los dos duelos). Aquel empate no estaba en los planes y amenazó seriamente las aspiraciones mundialistas de los de Juan Antonio Pizzi. Sin embargo, los puntos se ganaron administrativamente por irregularidades en la inscripción de Nelson Cabrera, zaguero paraguayo naturalizado y con pasado en Colo Colo. El organismo arbitral de la FIFA decidió que los verdes perdían los partidos ante Chile y Perú, donde actuó Cabrera, por 3-0. Paradójicamente esa fue la diferencia final que determinó que los incaicos superaran a la Roja en la tabla de posiciones, ya que sumaron un punto más luego de haber perdido con la Verde en La Paz.
Las sanciones por cantos homofóbicos de la Marea Roja
Otro punto negro en el andar de Chile por las Clasificatorias a Rusia 2018 fue el castigo que se aplicó a la selección nacional por los cánticos homofóbicos, racistas, xenófobos y similares de la hinchada nacional dedicados a distintas selecciones del continente. La escuadra roja sufrió la suspensión del Estadio Nacional además de una multa económica que ascendió a los 70 mil francos suizos, unos 50 millones de pesos chilenos. El castigo fue ejemplar y mayor al que sufrieron otros países por hechos similares ya que se constataron en cuatro encuentros de los bicampeones de América, a diferencia de los otros equipos que solo incurrieron en este tipo de faltas en dos compromisos. Por esto, la Roja jugó cuatro encuentros en el estadio Monumental, de los cuáles ganó dos, empató uno (luego se le dieron los puntos por «secretaría» ante Bolivia) y perdió el otro.
El «carrete» de Arturo Vidal en Monticello
En la previa del duelo ante Paraguay, que terminó en dura caída por 3-0, el volante Arturo Vidal fue involucrado en un confuso incidente que tuvo lugar en el casino Monticello de San Francisco de Mostazal, sexta región. En dicho establecimiento, el jugador de Bayern Munich y sus amigos habrían tenido una fiesta que duró hasta la madrugada previa al duelo con los albirrojos y que terminó con incidentes protagonizados por el grupo en las dependencias del hotel de aquel recinto y el posterior llamado a Carabineros. La presencia del Rey Arturo no fue confirmada y el futbolista se encargó de desmentir todo con un escueto «vengo de mi casa» cuando fue interceptado llegando al entrenamiento de la Roja. En ese partido, el volante tuvo una negra jornada, cometiendo un autogol y jugando un mal encuentro, el que a la postre fue decisivo para la eliminación.
La falta de gol
Si bien Chile anotó 26 tantos en el camino a Rusia 2018 y fue el cuarto equipo que más marcó en las Clasificatorias, en ocho de 18 encuentros no anotó, lo que le costó carísimo para sentenciar su eliminación de Rusia. El equipo de Sampaoli sólo se fue en cero en el 0-3 ante Uruguay, pero los de Pizzi evidenciaron su carencia de contundencia en siete oportunidades: 0-0 (3-0 por secretaria) con Bolivia, 0-3 con Ecuador, 0-0 con Colombia, 0-1 con Argentina, 0-3 con Paraguay, 0-1 con Bolivia y 0-3 con Brasil. Así es muy difícil.
No hubo recambio
Durante los 18 encuentros de las Clasificatorias, la Roja nunca encontró el recambio necesario para refrescar un equipo sobrejugado hace varios años. De hecho, 10 de los 11 jugadores titulares casi siempre fueron los mismos: Claudio Bravo, Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. El que completaba la oncena siempre fue uno diferente, que nunca se consolidó. Y para peor, cuando faltaba alguno de esos fijos, el esquema siempre se resintió. Prueba de aquello es que sobre el final del proceso, Pizzi apostó a Esteban Paredes (37) y Jorge Valdivia (35) como alternativas, muestra clara de que abajo no estaba lo que necesitaba. Preocupante para el futuro.