Nueva Zelanda tendrá un duro desafío para seguir con su ilusión de llegar al Mundial de Rusia 2018. Luego de ganar las clasificatorias oceánicas, los All Whites se ganaron el derecho a participar del repechaje y ahí se enfrentarán a Perú, quienes accedieron a esta fase tras salir quintos en Sudamérica con sus 26 puntos, superando por diferencia de goles a Chile.
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Y además de la calidad que tiene la selección peruana, los neozelandeses suman otro problema para enfrentar esta llave de ida y vuelta: el largo viaje hasta Lima. A diferencia de los incaicos, que ya están avanzando para conseguir un vuelo chárter, la dirigencia de Nueva Zelanda se encuentra buscando fórmulas para abaratar los costos de un avión privado que les permita disminuir los tiempos de viaje.
Una de las soluciones que tienen pensada es compartir el chárter que contratará Perú para volver desde tierras oceánicas hasta Lima. Sin embargo, ante la dificultad que esta opción se concrete, su otra alternativa para evitar los aviones comerciales, que les alargaría el viaje y los costos, es tener su propio vuelo privado, situación que también les acompleja por la cantidad de dinero que tienen que desembolsar y que exceden el presupuesto de la federación.
«Los tiempos de viaje se reducirían de 44 horas en el aire a 20, nos permitiría llegar 96 horas antes del partido a Lima y no 72. Permitiría una mejor adaptación al horario y hasta al clima», dijo Rob Pickstock, gerente de la selección neozelandesa, sobre la posibilidad de contratar un avión privado y agregó de la opción de compartir con Perú que «ellos están en una situación similar. Quieren contratar un chárter para los dos vuelos porque tienen una gran delegación, pero por el costo están teniendo problemas para encontrar un avión».
«Compartir un avión es algo que tenemos que conversar, nosotros no tenemos problemas con eso. Hace cuatro días ellos no querían y ahora, con el paso de los días y con la dificultad para asegurar un chárter, están accediendo«, señaló.
En caso que esta última opción no se concrete, Nueva Zelanda tendrá que acceder a contratar un avión por sus propios medios y para esto acudirán a los hinchas, a quienes le venderían los asientos que sobran para que vayan a ver a la selección hasta Perú.
«La forma más barata de viajar es conseguir un avión con la capacidad que necesitamos y después vender los otros 100 asientos que sobren. Los hinchas son la elección obvia. Sería el escenario ideal, suena fácil lograrlo, pero no es tan fácil llevarlo a cabo», concluyó.
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Considerando que sólo en un día vendieron 20 mil entradas para el partido de ida, que se disputará el 11 de noviembre, la idea de compartir un viaje hasta Lima con los hinchas no les parece tan descabellada por la euforia que existe por ver a los All Whites.