Hace un poco más de un año, en junio de 2016, la selección chilena disfrutaba de un gran momento. Pese al cambio de técnico tras la polémica salida de Jorge Sampaoli, la Roja se supo reponer y con Juan Antonio Pizzi en la banca pudieron repetir el título conseguido en 2015 para alzarse nuevamente como campeones de América tras ganar la Copa América Bicentenario en Estados Unidos.
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Dieciséis meses después, la situación es completamente distinta y mucha agua pasó debajo del puente. La derrota en la final de la Copa Confederaciones a manos de Alemania fue el primer golpe para una Generación Dorada que se acostumbró al éxito. Pero el gran traspié vino hace una semana, cuando cayeron por 3 a 0 ante Brasil en Sao Paulo y se despidieron de la opción de clasificar a Rusia 2018.
El sexto lugar en la tabla de posiciones le impidió a Chile clasificar a su tercer Mundial consecutivo y rápidamente los éxitos parecieron desmoronarse. Una publicación de la esposa de Claudio Bravo, donde acusaba a jugadores de la selección de no comprometerse con la Roja y revelaba los problemas con el alcohol al interior del camarín, desató la polémica, las especulaciones y una división que escondió el bicampeonato de América para dar paso a tensos momentos que parecían olvidados.
Aunque en el escrito no sindicó a nadie directamente, los dardos apuntaron a Arturo Vidal por los problemas extrafutbolísticos que ha tenido en la selección chilena. Así, el mundo del fútbol empezó a dar su opinión y se desató una crisis externa en torno al vestuario de la Roja.
Pese a que nunca se involucró directamente e intentó desligarse de la publicación que realizó su esposa, asegurando que los problemas se arreglan al interior del camarín, Claudio Bravo se vio involucrado en la polémica y pasó a estar en el ojo del huracán. Incluso, hasta críticas aparecieron para el capitán de la selección chilena.
«Hablé con él cuando llegué a Manchester y conversando con él te das cuenta que está triste. Chile venía de ganar dos Copas Américas y quedar fuera del Mundial siempre será complicado, y más aún con la gran selección que es Chile. Creo que él tiene la experiencia y conseguirá dar vuelta la página», las palabras de Ederson, el mismo que le quitó el puesto en el City y vio desde el arco de Brasil como Chile quedaba eliminado, reflejan el golpe que significó no clasificar al Mundial de Rusia 2018
Y si el panorama para el arquero en la Roja parece complicado, considerando el problema interno que se armó y la no clasificación a Rusia 2018, en su equipo, el Manchester City, la situación no es mejor.
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Tal como le aconteció en la selección chilena, hace un poco más de un año la vida futbolística también le sonreía a Claudio Bravo a nivel de clubes. En agosto de 2016, los Citizens lo anunciaban como uno de sus refuerzos estrellas y tenía la plena confianza de Pep Guardiola para apoderarse del puesto de arquero titular que había dejado vacante el emigrado Joe Hart y que Willy Caballero parecía no poder cubrir.
Las cosas le iban bien al guardameta y atrás quedaba la lucha que había tenido con Marc-Andrér ter Stegen durante la temporada 2015/2016 por ser el titular en Barcelona. Ahora, con la confianza del DT, el capitán de la selección tenía la posibilidad de ser del once inicial en todas las competiciones, incluida una Champions League que vio desde la banca mientras estaba en los catalanes en su disputa con el alemán.
Pero una seguidilla de errores le costaron caro y terminó relegado al banco. Caballero tomó el lugar de titular a principios de 2017 y el chileno se tuvo que conformar con volver a aparecer en la recta final de la Premier League.
La situación no cambió con la llegada de una nueva temporada e, incluso, empeoró. Pep Guardiola salió en busca de un arquero y encontró a Ederson, pagando el segundo precio más de la historia del fútbol por contratar un guardameta.
El brasileño se ganó la confianza del técnico español y se afianzó como titular. Ni siquiera después de una lesión en el rostro tras recibir un golpe durante un partido, que le permitió a Claudio Bravo la posibilidad de reemplazarlo por minutos, lo sacó del once inicial. El joven guardameta volvió a la semana siguiente para ser de la partida en la Premier League y también en la Champions, relegando al nacional a sólo participar en las copas locales.
Por el momento, parece difícil que el capitán de la selección chilena pueda desbancar a Ederson, quien está demostrando que vale cada euro que pagaron por él, siendo su última prueba el penal que atajó este martes en el partido de Champions entre Manchester City y Napoli, donde los ingleses ganaron por 2 a 1.
«Sabíamos que se irían al ataque en la segunda mitad, pero los chicos demostraron carácter. Ederson nos salvó y nos mantuvo en el partido», Kyle Walker confía plenamente en el joven brasileño.
El panorama futbolístico para Claudio Bravo parece uno de los más complejos que ha vivido.