Opinión

Columna de la UC: ¡El Huaso se queda!

El colectivo Alta La Frente continúa con sus columnas y en esta semana le dedica unos párrafos al histórico Cristián Álvarez, quien vive sus últimos meses como futbolista profesional.

Por Mario Palominos – @MarioPalominosC
Colectivo Alta La Frente UC – TwitterFacebook

Después del partido contra Iquique, como que la noche fue más agradable y podía ser más fácil conciliar el sueño, y no era para menos: jugando bien y ganando como hacia un rato no pasaba, pero después me quedé pensando en que también era un partido menos para Cristián Álvarez, que contra todo pronóstico, terminó afianzándose en la titularidad en su último torneo como jugador profesional. Me puse inquieto y empecé a pensar cómo sería la Cato sin el Huaso en la cancha, sin llevar la jineta de capitán, qué sería de la UC sin Cristián Álvarez. Más de alguno, lamentablemente, no se sentiría muy preocupado sino más bien aliviado, y me cuesta mucho entenderlo, porque quién no querría tener a alguien como Cristian Álvarez en la cancha, en su club, en su casa.

«Le tapó un penal a delantero estrella de nuestro archirrival cuando tenía apenas 22 años, jugó un partido en el que casi pierde un testículo, multicampeón con nuestra Franja y así cuántos recuerdos más»

Es que el Huaso es una figura trascendente, es mucho más que sus hazañas en la cancha que no son pocas: le tapó un penal a delantero estrella de nuestro archirrival cuando tenía apenas 22 años, jugó un partido en el que casi pierde un testículo, multicampeón con nuestra Franja y así cuántos recuerdos más. Sin embargo, el Huaso fuera de la cancha nos ha mostrado aún más: un tipo que desde niño entendió siempre el valor del trabajo y el esfuerzo, que porfió y luchó hasta conseguir las cosas, como hoy que es titular a los 37 años a base de esfuerzo y profesionalismo para luchar contra el desgaste y la crítica. Un tipo que siempre se cuadró con sus compañeros y entendió que no podía dejar pasar así nomas que sus colegas de otros equipos tuvieran condiciones de trabajo muy inferiores a las de él, por eso siempre estuvo en primera línea para defenderlos y alinearse con su sindicato. Un tipo que en los momentos futbolísticos  e institucionales difíciles no se borró, y al contrario, quiso estar siempre, por eso volvió después del olvidable Apertura 2011.

Entonces sigo pensando, en lo preocupante que puede ser que nuestro capitán no esté ahí para guiar ese camino, y no me refiero al camino futbolístico, sino al camino de ser de Católica más allá de un partido de fútbol. En lo preocupante que puede ser que perdamos el valor del esfuerzo y descansar sólo en el talento, o perder el valor del compañerismo, o perder las ganas de luchar e ir de frente en las malas. Pero me tranquilizo de golpe, Cristián Álvarez trascendió mucho más allá y todo esto que ha entregado en su carrera es legado y enseñanza para todos nosotros. Y qué mejor ejemplo que sus últimos partidos, aplicando todo lo aprendido y entregándonos la alegría de verte jugar con la camiseta franjeada, la camiseta que más quisiste.

¡El capitán se queda para siempre! ¡El Huaso Álvarez se queda!

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