La última vez que Universidad Católica perdió un Clásico Universitario ante Universidad de Chile, uno de los protagonistas franjeados fue el arquero Fabián Cerda, quien,ante las lesiones presentadas por Cristopher Toselli y Franco Costanzo para el encuentro del 5 de abril de 2015, se tuvo que poner bajo los tres palos en la dolorosa caída 4-2 en San Carlos de Apoquindo.
PUBLICIDAD
Fue una jornada dura para el meta formado en Las Condes en el que sería su último semestre en la UC . A mediados de 2015 terminó contrato con los Cruzados e inició un largo peregrinaje hasta encontrar su mejor versión este 2017 y lo hizo muy lejos de la precordillera.
En el Tulsa Roughnecks de la USL de Estados Unidos, Cerda pudo sonreír a pleno con el fútbol. Después de jugar en Trasandino en la Segunda División Profesional (tercera categoría del fútbol chileno) y trabajar en la construcción cuando la cesantía golpeó su puerta, el portero de 28 años recaló en marzo pasado en el equipo de Oklahoma y allí se convirtió en una de las figuras del joven elenco, donde pudo alcanzar los cuartos de final de su conferencia, instancia en la que quedó eliminado por el San Antonio FC.
Ya de vacaciones, con el chileno-alemán Francisco Ugarte, quien se convirtió en su socio en Norteamérica, volverán a Chile como jugadores libres, buscando una mejor opción, aunque con la clara chance de seguir en Tulsa. En ese contexto, Cerda repasa con El Gráfico Chile su año alegre en Estados Unidos y comenta el actual momento de la UC, ad portas de un nuevo Clásico Universitario. Del mismo modo, el ex seleccionado Sub 20 recuerda aquel amargo clásico del Clausura 2014-2015 que lo tuvo como protagonista.
¿Cómo calificas el actual momento de Universidad Católica?
Desde acá y desde donde sea estaré pendiente de Católica. Están pasando por un mal momento, no se les han dado las cosas como quieren, como las trabajan, como las quiere el profe, pero esto es de momentos. Católica viene de 3 o 4 años en los que anduvo muy bien y siempre hay una baja, siempre llegan los momentos malos, y Católica está pasando por eso. Están pasando por momentos malos, no les salen las cosas, quizás perdieron un poco la confianza y eso se refleja en los resultados. No es que los jugadores no la estén mojando o que el entrenador es malo.
¿Crees que el clásico del domingo ante la U es la gran oportunidad para que la UC remonte en el torneo?
PUBLICIDAD
En estos partidos la gente y el entorno se centra solamente en el partido, no se ve lo que ha pasado atrás, es un buen momento para que Católica dé el golpe y pueda iniciar una racha de victorias. Estos partidos son únicos, se viven de otra manera y yo creo que le irá bien a Católica.
La última vez que la UC perdió ante la U tú estuviste en el arco ¿Te queda una sensación ingrata por lo sucedido en ese partido?
Ingrato no, porque uno en la vida va aprendiendo de muchas cosas: en ese partido aprendí que si el tiro libre pasa por encima de la barrera es mérito del que ejecuta, pero si va a tu palo es culpa tuya. Aprendí eso. No es que producto de ese partido me hayan cerrado las puertas en Católica, no lo pienso así, pero me ayudó mucho para crecer, para aprender mucho más de lo que hasta el momento sabía de mi profesión. No creo que haya sido un partido ingrato, saqué muchas enseñanzas, a pesar de ese gol me mantuve siempre con una actitud positiva, con una actitud de querer ganar, nunca bajé los brazos, por eso estoy donde estoy en este momento.
Al poco tiempo de ese clásico te vas de Católica y viene un largo camino hasta llegar a Tulsa. Estuviste en Trasandino e incluso trabajaste en la construcción…
He vivido de todo en el fútbol y en la vida. He pasado por muchas cosas, de estar en uno de los equipos más grandes de Chile a vivir la otra realidad, no por desmerecer a Trasandino, pero me tocó llegar a un club donde la ropa es escasa, no teníamos cancha para entrenar, nos arreglábamos por ahí y allá, empecé a tomarle el peso a todas las cosas, a valorar mucho más lo que no valoraba cuando estaba en Católica.
Fue duro ese año y medio que estuve en Trasandino, fue un año en el que se formó un equipo para subir, no se logró, después quedé sin club y de ahí vino el trabajar en la construcción, lo que me ayudó muchísimo para tomarle el peso a lo que uno vive. Uno en el fútbol, estando en un equipo grande, vive en el mundo de «Bilz y Pap» y no le tomas el peso a lo que tienes en ese momento, después cuando no lo tienes obviamente te das cuenta y le tomas el peso.
Empecé a valorar mucho más las cosas, empecé a valorar mucho más la plata, ya no me daba lo mismo gastar 5 mil pesos, si no que empecé a sacarle bien el provecho a esos 5 mil pesos, eso lo aprendí en la construcción
¿En qué cosas comenzaste a notar esos cambios?
Empecé a valorar mucho más las cosas, empecé a valorar mucho más la plata, ya no me daba lo mismo gastar 5 mil pesos, si no que empecé a sacarle bien el provecho a esos 5 mil pesos, eso lo aprendí en la construcción. Después Trasandino me volvió a abrir las puertas, me dieron la posibilidad de volver a jugar, lo hice y después, a mitad de campeonato, me llaman de Estados Unidos y no lo dudé, ni siquiera me habían hablado de plata y lo primero que dije fue sí. Ha sido el mejor año en mi vida, he visto lo mejor de mi carrera, estoy muy contento, con mucha confianza, el club me quiere mucho y los objetivos que me propuse antes de venir acá se dieron en el corto plazo
Más allá de lo futbolístico ¿Cómo ha sido la adaptación a la vida en Estados Unidos?
Fue un cambio muy brusco, yo no sé inglés, al principio me costó muchísimo ya que al no saber el idioma todo se hacía más difícil, pero un compañero chileno-alemán, Francisco Ugarte, que es mi compañero en Tulsa, me ayudó en todo, ya sea con los papeles para hacer la Visa estando en Chile, el tema de los viajes, acá mismo en el día a día, gracias a él se me hicieron las cosas más fáciles. Además, en el plantel hay varios latinos y eso también da una ventaja. A esta altura he aprendido un poco más de inglés, pero el próximo año me meteré de lleno a clases para que se me haga más fácil la vida por acá.
Ahora mi objetivo es llegar a la MLS, ahí tengo mi punto de mira, por eso quiero seguir en el Tulsa
¿Qué proyección haces de tu carrera en el mediano plazo?
Ahora mi objetivo es llegar a la MLS, ahí tengo mi punto de mira, por eso quiero seguir en el Tulsa, quiero trabajar lo más bien posible para ver si existe la posibilidad de llegar a un equipo de la MLS, ese es mi sueño, quiero consolidarme acá, quiero seguir varios años en Estados Unidos. La gente me ha valorado muchísimo y eso me tiene muy contento.
Con toda la experiencia que has ganado ¿Te gustaría tener una nueva oportunidad en Universidad Católica?
Me gustaría. Estuve muchos años en Católica, es mi casa, siempre me atienden muy bien cuando voy para allá. Después de que dejé de jugar en Católica me han tratado muy bien cada vez que voy, es un sueño, lo tengo en mente, y si en algún momento se llega a dar la opción no lo voy a dudar, pero sí quiero estar varios años fuera de Chile para poder también estar en la mira de la selección chilena, donde también espero tener una oportunidad algún día. Quiero seguir con la misma humildad y con el mismo esfuerzo.