River Plate golpeó primero al superar 1-0 a Lanús en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores de América entre los dos equipos argentinos, jugada este martes en el estadio Monumental de Buenos Aires.
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Ignacio Scocco (81) marcó el único gol de la noche, en un encuentro presenciado por unos 55.000 espectadores en el estadio de River y que contó con la presentación oficial del VAR (sistema de revisión de fallos por video) dentro de un duelo que pese a tener bastante dinámica, no hubo jugadas que generaran la necesidad de acudir a la revisión con formato televisivo.
Impulsado por una multitud, River empezó el partido con mayor determinación y pronto empujó a Lanús contra su campo, a partir de un buen trabajo de Ponzio en la recuperación y las escaladas por el sector derecho de Gonzalo Montiel, reemplazante del lesionado Jorge Moreira.
Montiel tuvo la primera acción de riesgo, con una subida que terminó con un remate cerrado, y después River llegó por el carril izquierdo a través del uruguayo Saracchi, que envió el centro hacia el medio, pero Scocco remató exigido y sin fuerza.
En esos 15 minutos iniciales se vio lo mejor de River, que dominaba con un planteo intenso y dinámico, pero Lanús consiguió recomponerse y empezó a emparejar el duelo al plantar más batalla en el mediocampo y discutirle la posesión al dueño de casa. En una acción de contraataque, el Granate tuvo una excelente ocasión en una escapada de Lautaro Acosta por la izquierda, pero Montiel apareció con un cierre ‘in extremis’ para salvar su valla cuando el delantero sólo tenía al arquero Lux por delante.
Ya dentro de un panorama más parejo, igualmente River fue el que se acercó un poco más, con un zurdazo alto del Pity Martínez y una media vuelta rasante de Scocco que Andrada resolvió sin problemas.
Scocco, peligro constante
En el segundo tiempo, nuevamente el local propuso un esquema más ambicioso y otra vez empezó a empujar a Lanús, al que le costó mantener la intensidad exhibida durante la primera parte y lentamente comenzó a replegarse para verse cada vez más lejos del área local.
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A partir de esa presión constante llegaron las jugadas de riesgo, primero con un remate de Scocco desde muy cerca que Braghieri salvó con un cierre a puro esfuerzo, y poco después, Javier Pinola, que se había sumado al ataque, reventó el poste derecho con un zurdazo potente.
El local consiguió mayor fluidez en el ataque con el ingreso del uruguayo Nicolás de la Cruz, aunque de todos modos le costaba quebrar la estructura defensiva del ‘Granate’, cada vez más conforme con el empate a cero. La primera semifinal parecía encaminarse a un cierre ausente de goles, pero a nueve minutos del final, Scocco rompió el equilibrio al empujar un rebote largo que dio el arquero Andrada tras un fuerte zurdazo de Martínez.
Con ese margen mínimo, River se adueñó del primer duelo, un resultado casi ideal dentro de una llave muy cerrada, pero ahora deberá defender esa diferencia en el sur bonaerense, el próximo 31 de octubre, ante un Lanús obligado a ganar por dos goles para torcer la serie, o bien por 1-0 para forzar los penales.
