Gran polémica en las semifinales del Mundial Sub 17 entre España y Mali, con un gol no cobrado a los africanos que al final costó la caída por 3-1 ante los españoles en Calcuta.
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El árbitro japonés Ryuji Sato no cobró el tanto a Mal en el minuto 62 de Doucoure, que significaba el descuento para los africanos que se metían en el partido con ese tanto. Sin embargo, en esta ocasión no está operativo el VAR (Video Assistant Referee) de la FIFA como si ocurrió en el Mundial Sub 20 y la Copa Confederaciones de este año.
Y la verdad es que el famoso VAR se echó de menos. Porque este robo, no se puede decir otra cosa, fue ampliamente reclamado por los malienses, que se quejaron contra los jueces. La repetición televisiva dio claras muestras de que el balón sí ingresó al pórtico hispano.
Lo peor del caso es que Sato nunca detuvo el juego después de dos minutos y al darse cuenta del enojo de los africanos paró todo y llenó de amarillas a los entrenadores y jugadores suplentes.
Simplemente, un papelón total.