En cada intervención que tiene, por más mínima que sea, José Antonio Kast da cuenta que es una representante genuino de una derecha tradicional, esa que cree firmemente en un Estado pequeño y en un sector privado profundamente empoderado, esa que dice tener carácter para enfrentar el problema de la seguridad con potentes medidas, esa que se identifica y resguarda las tradiciones patrias, entre otras cosas. Por eso, cuando habla del deporte, lleva a cuestas todos esos principios. Así lo deja de manifiesto en su entrevista correspondiente a el ciclo El Gráfico Presidencial, en la que aprovechó de realizar una fuerte crítica al modelo de administración de la disciplina que actualmente existe en Chile.
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En medio de diversas actividades de su campaña, el candidato independiente, quien en mayo de 2016 renunció a la UDI para poder soltar las riendas de su aspiración presidencial, recibió a El Gráfico Chile en un restorán de un hotel ubicado en Avenida Vitacura, donde partió la charla comentando que su vinculación al mundo del deporte data de sus años como concejal de Buin (1996-2000), cuando organizaba campeonatos de baby-fútbol infantiles y femeninos, inspirado en la época dorada del Clásico Universitario. A continuación el diálogo con el abogado de 51 años, quien pretende cambiar su cargo de diputado por La Reina y Peñalolén, para ocupar el sillón mayor de La Moneda.
Usted ha planteado una reducción del Estado en diversas materias. ¿También lo cree así para el deporte?
Hoy el Estado entero no tiene gestión. Si nosotros comenzamos a buscar en internet las propuestas para adjudicarse fondos públicos, las que se ganaron y en qué se la gastaron, uno se da cuenta que no hay transparencia, cuesta mucho conocer el uso de los recursos públicos, eso debiese estar en una página que pueda manejar hasta un niño de 10 años, que sea fácil administrar, postular, saber quién se ganó la plata y en qué, las caras y los nombres de las personas, todo transparente. Eso hoy día es muy difícil de encontrar y lo que se genera es corrupción. Hoy tenemos un Estado que ha fallado en todas las líneas y en deporte para qué decirlo, porque además ni siquiera hay un criterio común desde la cabeza. Hoy recursos hay, pero están mal gastados, estamos financiado una cantidad de operadores políticos, apitutados, pacientes de los diputados y senadores gigantescos. Los recursos están, pero están mal aprovechados. Aquí tiene que haber un cambio en la mirada del Estado al respecto, hoy todo el mundo dice ‘se necesita un ministerio para que esto funcione’, no se necesita un ministerio, necesitas más tecnología, más inversión en ciencia y tecnología, y en el deporte hay muchos jóvenes que son súper creativos que hacen plataformas mejores que el timbre del Estado. Plata hay, no se necesita más Estado, se necesita mejor Estado y potenciar la sociedad civil, los clubes deportivos realizan una labor que el Estado nunca hará, pero necesitan que el Estado les de un pequeño incentivo para hacerlo.
En el Comité Olímpico y las Federaciones hay que intervenir, tendrá que entrar la Contraloría, el Ministerio de Justicia, pero todo transparente
¿Y cómo debe ser esa relación entre Estado y organismos de la sociedad civil en materia deportiva?
En el Comité Olímpico y las Federaciones hay que intervenir, tendrá que entrar la Contraloría, el Ministerio de Justicia, pero todo transparente. A mí me tocó el tema de la Federación de Vóleibol, me tocó denunciar y logré que sacaran a (Ricardo) Vorpahl, quien fue un gran deportista, pero cayó en la corrupción, hacían negocios hasta con los pasadores de pelota, los inventaban, hacían negocios con supuestos árbitros, con la amplificación, todo era un negocio. Las licitaciones eran todas truchas. El sistema está corrupto, no sólo en el área deportiva, sino por todo un manejo del Estado.
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De acuerdo a ese diagnóstico. ¿Qué haría con el Ministerio del Deporte?
Yo si fuera presidente juntaría todo en uno y quizá lo devolvería al Ministerio de Educación, así de drástico, y nombraría una Subsecretaría del Deporte y me ahorraría los sueldos de muchos que no hacen nada y que están ahí profitando del impuesto que pagamos todos los chilenos, nadie usará mejor los recursos que los mismos clubes, bien organizados y bien controlados, para que no se repitan los vicios que tiene el Estado o las federaciones. Hay que tener una Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, que hoy la tenemos en el fútbol, que logró potenciar a algunos clubes, pero todos los clubes perdieron sus ramas deportivas y se concentraron sólo en el fútbol porque es más rentable y así mataron a las otras ramas. Tenemos que buscar una fórmula intermedia para que las sociedades anónimas deportivas vuelvan a generar deporte más allá del fútbol, si quieren entrar al negocio, que potencien también otras ramas, si no es así, dejen un espacio para que los clubes antiguos vuelvan a retomar las ramas, a lo mejor con la misma marca, que ellos potencien a Colo Colo, pero que el Club Social pueda recibir una parte para administrar las otras ramas deportivas, por ejemplo.
Hoy los deportistas reclaman abandono por parte del Estado, sobre todo en lo económico. Con un Estado más chico, ¿cómo llevaría a cabo el financiamiento del alto rendimiento?
En una combinación. Creo que el Estado tiene un rol que jugar, pero se debe decir de entrada que los recursos son escasos y las necesidades son infinitas. Con los mismos deportistas de elite de distintas ramas habría que sentarse a establecer criterios, las reglas claras mantienen la amistad, pero el drama de hoy es que muchas veces hay algunos pseudo expertos que dicen cuáles van a ser las normas, pero que no se pueden llevar a la práctica, ya sea porque fueron deportistas en otra época o porque no tienen la vinculación con el medio actual, etcétera. Después, están los beneficios tributarios en esta materia. Si ampliamos la posibilidad de donaciones con fines deportivos, se va a acabar, en alguna medida, este peregrinar de los deportistas con las empresas pidiéndole a cada uno un poquito para poder financiarse. Lo que está claro es que nosotros hoy no tenemos capacidad de financiar a todos los que quieren algún grado de apoyo del Estado, lo mismo que pasa con la educación superior. Cuando en Chile tienes dos millones de pobres tienes que priorizar, aquí hay que sincerar los números, el Estado tienen que sincerarse con los deportistas.
Creo que tiene que haber incentivos para que las sociedades anónimas fomenten otro tipo de disciplinas, porque hoy estamos concentrados en el fútbol
Saltando al mundo del fútbol profesional, allí se existe un control férreo por parte del mundo privado a través de las sociedades anónimas. ¿Usted es partidario cabal de ese modelo o cree en otra forma de administración de los clubes?
A mí me gusta la participación del mundo privado, también hay que decir que las reglas hay que mantenerlas estables en el tiempo, pero eso no quiere decir que uno no pueda ir planteando, en conjunto con los actores principales, cosas nuevas. No se trata de llegar a la Universidad de Chile y decirle ‘le vamos a quitar lo que tiene y se lo vamos a entregar a los hinchas’, no, creo en el diálogo, creo en la evolución positiva de ciertas normas y creo que en participación. A mí no me parece que este modelo haya cumplido bien el objetivo de hacer que los hinchas participen, hoy no se logra que los hinchas tengan una participación real en las decisiones que se toman. Yo no quiero quitarle la toma de decisiones a los accionistas, pero claramente tiene que haber un mayor diálogo entre unos y otros. También creo que tiene que haber incentivos para que las sociedades anónimas fomenten otro tipo de disciplinas, porque hoy estamos concentrados en el fútbol, Colo Colo antes tenía distintas ramas y con la S.A. desaparecieron, hoy son iniciativas individuales, por región, alguien ocupa el nombre o la insignia del Cacique, pero no hay una preocupación real de las sociedades anónimas deportivas en ese sentido. No digo que sea responsabilidad de ellos, porque la Ley los facultó a hacer lo que están haciendo, pero sí busquemos en conjunto cómo hacemos que ellos tengan una mayor preocupación también por otras ramas deportivas y que vuelva a haber una mayor participación de los hinchas.
Siguiendo con el fútbol profesional. Usted ha sido uno de los candidatos que ha puesto más énfasis en la seguridad ciudadana. En ese sentido, ¿cómo pretende abordar el problema de la violencia en los estadios?
Aquí hay un Estado fallido, hay un ejemplo de un político que se relacionaba con las barras y que estaba dentro de La Moneda, eso claramente es corrupción y hay que perseguirlo. Es inexplicable que en el mundo moderno en que estamos nadie haya sido capaz de generar una tecnología para controlar el ingreso a los estadios, hoy la huella digital acciona un teléfono, existe la tecnología móvil para que cualquier persona que entra al Estadio marque su huella y tenga identificación inmediata, y si no la tiene empiezas a registrar a todos, esa esa una tecnología súper accesible. Por otro lado, hoy entran muchas armas blancas a los estadios, pero del mismo modo existen sistemas de cámaras de vigilancia que identifican rostros, hay drones que te pueden seguir de acuerdo a tu fisonomía física, tienes toda la tecnología para identificar a a los violentistas, pero nadie hace nada, porque el Estado tampoco tiene interés. El Gobierno de Sebastián Piñera tuvo cuatro años a una persona a cargo de Estadio Seguro y nada, el actual Gobierno tiene a José Roa y nada, quedó la pelotera en Valparaíso hace dos años y sigue igual, nadie se hace responsable de nada. ¿Cómo va a mejorar si la cabeza del Estado no saca a los malos elementos?
Si llegas con droga o alcohol no puedes entrar al estadio, hoy eso es el alcotest, hagamos alcotest en los estadios, el que llega curao no entra
¿Cómo implementaría todo lo que plantea en ese ámbito?
Hay que llevar la tecnología a los estadios, hoy los eventos masivos del fútbol se realizan en 20 o 25 estadios, no más que eso, y son los grandes eventos masivos donde generalmente se generan conflictos. Hay que dotar a esos estadios de tecnología de punta para el registro, ni siquiera tiene que ser estática, puede ser móvil, cada guardia privado podría determinar con una tablet quien entra y quien no entra, eso es con una huella digital, no con el carné falso o arreglado, huella digital y es muy rápido, puedes tener mil de estos aparatos habilitados para esos estadios, multiplicas esos mil por los 25 y te das cuenta que se puede pagar muy rápido. También podemos tener control selectivo, estoy seguro que la sociedad estaría de acuerdo en este punto, cuando hablamos de consumo de drogas, de alcohol, si llegas con droga o alcohol no puedes entrar al estadio, hoy eso es el alcotest, hagamos alcotest en los estadios, el que llega curao no entra. Hoy están todos los medios, pero no hay voluntad, no hay carácter, porque dicen que vamos a violar el derecho a la intimidad.
¿Y qué pasa con la presencia de Carabineros? ¿Mantendría a Carabineros al interior de los estadios o le traspasaría todo el trabajo de seguridad a las sociedades anónimas con sus respectivos guardias privados?
También es necesaria la presencia de Carabineros. Hasta que no se logre ordenar el sistema requieres que algún organismo del Estado que pueda ejercer el uso de la fuerza legalmente pueda estar presente. Esto podría ser un proceso de cuatro años hasta que se logre crear una cultura del deporte o del hincha muy distinta a la de hoy. Si se mira a Inglaterra, donde estaban los hooligans, hoy te encuentras con una realidad muy distinta, hoy vas a un estadio en Inglaterra y no hay vallas entre la galería y la cancha, nadie se atreve a entrar, pero ese fue un cambio cultural, eran las barras más bravas. Eso se logró con medidas: metían a las barras encajonadas, habían horarios distintos para entrar y salir, se hizo todo un trabajo.
En un ámbito muy distinto, no puedo dejar de preguntarle por su tenaz defensa al rodeo, ha sido el único presidencial en defender esta controvertida actividad. ¿Cuáles son sus motivos para hacerlo?
El rodeo hoy es un deporte nacional, es el deporte que más gente congrega en Chile después del fútbol. Lo que pasa es que aquí también hay un choque cultural entre el mundo urbano y el mundo rural. El mundo urbano se concentra entorno al mall, el mundo rural entorno a la medialuna. Aquí pasa que se quiere imponer la cultura urbana sobre la rural y a la rural no le interesa imponerse sobre la urbana. Estoy de acuerdo que hay que tener todas las medidas de protección, primero para los deportistas, antiguamente se corría rodeo sin ninguna norma de seguridad, no habían ambulancias, no habían paramédicos, hoy eso se ha ido regulando. Después se pasó a regular y controlar el tema de los animales, son animales que hoy corren una vez y después no más. Son muy escasas las lesiones prolongadas que sufren los animales, la gente urbana ni siquiera conoce cómo es la situación de los animales en el campo, en el potrero, sólo entre ellos, se lastiman más que en la práctica del rodeo, por eso yo invitaría a toda la gente del mundo urbano a ver la cantidad de medialunas que hay en todo Chile y que no solamente se usan para el rodeo, se usan también para ayuda a niños con discapacidad con la equinoterapia, también para el manejo de riendas, hay todo un tema asociado a las medialunas y a la práctica del rodeo que genera un beneficio para muchas personas que el mundo urbano no ve. Sí, cuidaría y fomentaría el rodeo a nivel nacional.
Yo fomentaría la existencia y la creación de los clubes de rayuela, fomentaría todo lo que reúne gente y genera actividad comunitaria
Usted ha hablado del fomento a los deportes chilenos. Además del rodeo, ¿qué otra actividad se encuentra en esa línea?
Otra actividad que se realiza a nivel rural y que no tienen una mirada del Estado es, por ejemplo, la rayuela. Yo fomentaría la existencia y la creación de los clubes de rayuela, fomentaría todo lo que reúne gente y genera actividad comunitaria. Hoy todo el mundo se ríe de la rayuela, se ríe del dicho de la rayuela corta, yo quiero fomentar la rayuela larga, esa que congrega una cantidad de gente que uno no se imagina y que tiene cero apoyo del Estado.