Colo Colo es uno de los líderes del torneo de Transición con 21 puntos al igual que Unión Española. Los albos vienen de una racha de cuatro partidos ganados y sin recibir goles, lo que le permitió alcanzar a los hispanos en el primer puesto.
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Para explicar el buen rendimiento de los albos, el entrenador Pablo Guede se tomó su tiempo este jueves en la conferencia de prensa, donde explicó en profundidad la nueva organización de juego que encontró para el equipo.
Sin embargo, el propio DT ya había esbozado hace un tiempo atrás lo que pretendía y se ha visto reflejado en estos compromisos. Primero, Guede encontró a los jugadores adecuados para el sistema 3-4-1-2.
El regreso de Matías Zaldivia tras superar la grave lesión de rodilla de principios de año fue clave para dar con la solidez defensiva que siempre quiso Guede. Su zaga compuesta por el ex Arsenal, Julio Barroso y Fernando Meza le dan una seguridad tremenda a la retaguardia que conduce Agustín Orión desde el pórtico.
Y otro puesto clave fueron las bandas. Guede por el sector derecho utilizó a Felipe Campos y Luis Pedro Figueroa. Ambos por lesiones fueron perdiendo terreno y llegó la oportunidad de Óscar Opazo. El Torta no desentonó, convirtió ante San Luis de Quillota, Universidad Católica y le dio el equilibrio a ese sector, ya que el jugador aporta tanto en ofensiva como defensivamente y se complementa bien con los volantes.
Por el sector izquierdo finalmente se quedó con Gabriel Suazo. El canterano estuvo alternando con Brayan Véjar, pero tras la lesión del ex Huachipato, el juvenil no salió más del puesto y se afirmó en la zona a punta de esfuerzo y sacrificio.
El juego de Claudio Baeza y Jaime Valdés en el mediocampo le han permitido al Cacique controlar de mejor manera a los rivales, ya que ambos futbolistas poseen soluciones de todo tipo. Baeza trabaja más en la refriega, haciendo la tarea que tenía Esteban Pavez anteriormente, mientras que el Pájaro ha ganado libertad con la llegada de Jorge Valdivia.
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Cambio en la zona de presión
Otro factor que explica el buen presente de Colo Colo es la manera de presionar al rival. Guede había explicado que tenía tres zonas donde presionar. La primera era en la salida del rival, la segunda en el mediocampo y la tercera en la zona defensiva.
En las primeras cuatro fechas, lo hacía en los sectores 1 y 2 de forma constante, tratando de ahogar a los rivales, pero se encontraban mal defensivamente y con rápidos contragolpes terminan siendo vulnerables.
Era tanta la presión en la zona 1 donde siempre se podían ver a cuatro jugadores (Esteban Paredes, Andrés Vilches, Jorge Valdivia y Jaime Valdés) buscando el error del rival casi en el área grande. A ellos se sumaban los laterales y Baeza lo que dejaba un desequilibrio en el mediocampo y defensa, puesto que los zagueros tenían que subir a la zona 2.
Eso cambió, ahora en la zona 1 sólo se encuentran los dos delanteros y a veces se suma el Mago. Guede se preocupó que sus jugadores ejercieran la presión en la zona 2, lo que dejó a los defensas justamente en su sector.
Por lo mismo, ahora se ve un Colo Colo «más defensivo». Sin embargo, no es tan así, porque el DT ajustó bien las piezas, cambió el estilo de presionar y con salidas rápidas e incluso, hilvanando jugadas colectivas desde los defensas, los albos llegan con más peligro al arco rival.
Fiel reflejo de esta situación es la que se vivió el fin de semana ante Audax Italiano donde dos goles vinieron desde la defensa. Un pase de Fernando Meza para el tercer tanto y otro de Matías Zaldivia permitieron la salida rápida para llegar con claridad al pórtico del oponente.
Si bien, Guede no le gusta utilizar la palabra equilibrio y tampoco de catalogar al equipo como defensivo, el puntero del Transición se ve mejor organizado, con mayor solidez defensiva y con un ataque letal que lo tienen en la cima.