No ha sido un 2017 fácil de sobrellevar en Universidad Católica y menos lo serán los últimos dos meses que restan del citado año. El equipo que dominó el fútbol chileno en 2016 no supo renovarse en el éxito y por ello la dirigencia de Cruzados tendrá que tomar cartas en el asunto, siendo crucial el rol de su presidente, Juan Tagle, quien tras 15 meses en la testera estudiantil ha saboreado el éxito y el fracaso.
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Con todas las grandes metas desmoronadas, a la UC sólo le queda luchar por un cupo a la Copa Sudamericana del 2018, sin embargo la obtención de dicho objetivo se alejó aún más con la derrota por 1-0 sufrida ante la U en el Clásico Universitario que se disputó en el Estadio Nacional. Aquella cruda realidad deportiva pone en el tapete su gestión, como también la de otros estamentos, fundamentalmente la del DT Mario Salas.
Lejos quedó ese primer semestre de ensueño que tuvo Tagle con el histórico bicampeonato y la Supercopa, sin embargo el aludido aclara que no se echa a morir. “El ánimo es el de trabajar más aún, no hay ningún decaimiento en el ánimo, al revés, tenemos enormes desafíos, tenemos muchos proyectos en Cruzados que van más allá de un resultado”, explica el primer mandamás remunerado en la historia de Cruzados.
«Seguimos trabajando muy unidos a nivel de directorio, a nivel de la administración, de la gerencia para sacar muchos proyectos adelante como temas de estadio, temas de fútbol formativo, así que el ánimo tiene que ser siempre para arriba. El fútbol es así, hay años buenos, años malos, este año ha sido lo que nadie esperaba, pero venimos saliendo un de año importante como 2016″, prosigue.
El caso Salas
Y así como Tagle dice tener el ánimo para enfrentar el cierre del triste 2017 para Universidad Católica, también cree que el director técnico del primer equipo de la Franja se encuentra en una situación similar. “Mario (Salas) tiene una personalidad muy fuerte, tiene mucho carácter”, estima, dejando en claro que, por ahora, el Comandante no se mueve de su puesto: “después del torneo se hacen las evaluaciones”.
Con la profundización de la crisis deportiva en los últimos meses, el adiestrador que consiguió el primer bicampeonato en la historia de la UC perdió gran parte del crédito que se ganó con méritos propios y que llevaron a la dirigencia de Cruzados a renovarle su contrato hasta fines de 2018. Hoy Salas está cada vez más lejos de cumplir a cabalidad su contrato, pese a que él mismo ha reiterado que lo va a respetar.
Aquella extensión del vínculo que se anunció en octubre de 2016 trajo consigo una cláusula que le permite a una de las partes en cuestión, en diciembre de 2017, poner fin a la relación contractual sin tener que reparar económicamente a la otra. Universidad Católica puede poner fin al contrato de Salas al término del Transición con una evaluación deportiva de por medio. Y los últimos resultados son tajantes.
¿Cómo funciona esa evaluación? “Hay una comisión, la situación de cuerpo técnico y jugadores se ve primero a nivel de la gerencia deportiva, después la Comisión Fútbol y cuando ya son decisiones más relevantes o tienen un impacto económico relevante emanan al directorio”, explica Juan Tagle, quien era uno de los principales defensores del proceso Mario Salas en San Carlos de Apoquindo.