La mística que se ha tratado de cultivar en los últimos meses en Universidad de Chile ha logrado reanimar a un equipo que tenía escasa identificación con el club universitario de antaño, y que a poco a poco ha recobrado las características «luchadoras» que ha tenido a lo largo de su historia.
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Sin embargo, ese fervor no es algo nuevo y ha ido encantando a la gran mayoría de los jugadores que refuerzan a la U, sobre todo los que han llegado de otros países, y que se enamoran de la camiseta, conectan con la hinchada y buscan lo mejor para un elenco donde no nacieron futbolísticamente, pero que recuerdan para toda la eternidad.
«La U es algo especial, imagínate que yo jugué el ’69 y sigo sintiendo algo especial con ellos. Yo no soy muy efusivo en general, pero me da alegría verlos ganar y ver al hincha cantar y saltar, y eso es de siempre la verdad, yo me considero hincha de la U», contó el ex delantero mendocino de los azules, Jorge Américo Spedaletti a El Gráfico Chile.
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«Uno de los sueños máximos que tengo es pasar por la U. de Chile en algún momento de mi carrera, porque soy hincha. Si me preguntan un sueño, me imagino saliendo al estadio de la U con la camiseta puesta y la cancha llena, como siempre», añade Thomas Rodríguez, futbolista del Genoa de Italia e hijo del histórico seleccionado argentino y ex azul, Leonardo Rodríguez.
La banda trasandina
Debido a la regla de un máximo de cinco extranjeros por equipo, los pocos foráneos que tiene la U generalmente forman un grupo de amistad, donde concentran o salen a comer juntos, o que simplemente comparten la hierba mate (un rito común en Argentina) antes o después de los entrenamientos.
Pese a eso, esta situación no ha permitido que los argentinos que juegan por los azules se alejen del resto de sus compañeros, sino que ha generado que se vinculen aún más con el club. Todo esto, acompañado por el conocimiento e historias que le entregan los trasandinos con más años en el club como Matías Rodríguez o Gustavo Lorenzetti, quienes actúan como «evangelizadores» del sentimiento por la U para jugadores como Fabián Monzón, Fernando De Paul (nacionalizado chileno), Leandro Benegas y Jonathan Zacaría.
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«Mis compatriotas y yo nos hemos impregando con esta camiseta. A cada jugador que le toca estar se impregna del apoyo incondicional de la gente, eso es importante. Cuando a mi me toca estar quiero defender esta camiseta siempre, y la verdad es que ellos me reconocen mucho mi esfuerzo en cancha, y eso es importantísimo y queda demostrado», confesó Zacaría.
Ejemplos para sumar a la lista hay por mayor, porque aparte de los mencionados Spedalleti y Rodríguez, están Sergio Vargas, Diego Rivarola, Walter Montillo, entre otros.
Los laicos comienzan a levantar cabeza en el torneo de Transición 2017 gracias al renacer de sus figuras argentinas quienes, con talento y pasión por la U, buscan reeditar el éxito conseguido al coronarse campeones del Clausura 2016.
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