Merecía un final mejor en Italia, pero el cruel destino quiso que no sea así. Gianluigi Buffon soñaba con poner fin a sus 20 años en la Azzurra con su presencia en Rusia 2018, que le permitiría conseguir el récord de ser el único jugador en disputar un sexto Mundial. Sin embargo, tras 175 partidos y un título mundialista, la carrera del arquero en la selección italiana llegó a su fin tras perder el repechaje ante Suecia.
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Un viaje que empezó cuando tenía 20 años, en un lejano octubre de 1997, con la misión de saltar desde el banco para reemplazar al lesionado Gianluca Pagliuca en el repechaje ante Rusia que los clasificó a Francia 1998. Pero si esa vez le tocó celebrar, ahora, dos décadas después y también en una repesca, le tocó estar en la otra vereda y su triste despedida estuvo rodeada de lágrimas.
Una tristeza que fue consolada por puros buenos mensajes para un arquero que siempre ha demostrado ser un caballero del fútbol y que en su precipitada despedida dio otra muestra de por qué todos lo quieren. Es que antes del encuentro, mientras se entonaba los himnos, las pifias de los hinchas para la canción nacional de Suecia se escuchaban fuerte en San Siro. En ese momento, Buffon demostró su clase al pedir respeto y aplaudir sin parar mientras sonaban los compases del himno sueco y la silbatina era insostenible. Un gesto que también le valieron los aplausos.
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