En medio de la investigación de la justicia de Estados Unidos por el escándalo de la FIFA, el nombre del ex presidente de la ANFP, Sergio Jadue, volvió a estar en la palestra y apareció en la declaración de uno de los testigos claves: Alejandro Burzaco.
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El ex presidente de Torneos y Competencias (TyC) declaró este martes en calidad de testigo protegido -misma condición en la que está el ex presidente de la ANFP- ante el fiscal Sam Nitze y dio detalles claves de la sórdida red de corrupción que mantenían los dirigentes de la Conmebol.
Burzaco, entre otras cosas, aseguró que las «coimas eran algo habitual» en las negociaciones por los derechos de transmisión de torneos como la Libertadores y Sudamericana y reveló los sobornos que desde 2006 recibían por parte de TyT (alianza de Fox Sports y TyC) los máximos dirigentes del organismo sudamericano, tales como Julio Grondona.
Además de los directivos de la Conmebol, en estos sobornos también estaban incluidos los presidentes de las federaciones de Ecuador, Venezuela, Perú, Colombia, Paraguay y Bolivia. Pero ¿dónde entra Chile? Según detalló el testigo clave, la ANFP se unió a las coimas en 2012, un año después de que Sergio Jadue asumiera el mando de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional. Los ilegales pagos rondaban desde los 500 mil hasta 600 mil dólares, según Burzaco.
Por eso, al momento de revelar que los sobornos en Chile comenzaron en la era de Sergio Jadue, también exculpó a Harold Mayne-Nicholls y, tal como a Sebastián Bauzá de Uruguay y el Grupo Clarín de Argentina, lo desligó de haber recibido cualquier tipo de pago por los contratos de los derechos de transmisión o por las negociaciones para elegir las sedes de los Mundiales o Copa América, tal como lo hacían los otros dirigentes apuntados por Burzaco.
«Nunca fui amigo de Alejandro Burzaco. Es más, cuando salí de la Federación él dio instrucciones para censurar mis opiniones. Pero hoy le debo agradecer sus palabras«, escribió el también ex presidente de la ANFP en su cuenta de Twitter.