El FIFAGate cada vez está teniendo más antecedentes y todo ha sido gracias a las declaraciones de los testigos claves que están colaborando en la investigación para rebajar sus condenas. Si primero el encargado de destapar la olla fue Alejandro Burzaco, ex presidente de Torneo y Competencias, ahora fue el turno de Santiago Peña, funcionario de la empresa Full Play, encargada de comercializar los derechos de televisión de distintos torneos e implicada en el pago de sobornos.
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La gran misión de este empleado en el escándalo de la FIFA era llevar el registro de los pagos de sobornos a los máximos dirigentes de la Conmebol, entre los que figura Sergio Jadue. En su declaración, Peña reveló la forma de operar que tenían en Full Play, quienes en 2013 le exigieron cambiar el nombre de los registros por nombres de fantasía, eligiendo marcas de autos.
Así, según detalló la periodista Silvina Sterin, quien estaba presente en la audiencia, Sergio Jadue pasó de llamarse S.J a Kia, mientras que el resto de los directivos de la Conmebol pasaron a ser: Volkswagen (Carlos Chavez, Bolivia), Marcedes Benz (Rafael Esquivel, Venezuela), Toyota (Luis Chiriboga, Ecuador), Honda (Juan Angel Napout, Paraguay) Fiat (Manuel Burga, Perú) Flemic (Luis Bedoya, Colombia) y Peugeot (José Luis Meiszner, Argentina).
Los documentos que acreditan estos pagos se encontraban en una caja fuerte en la casa de Santiago Peña, pero ya fueron entregados a las autoridades de Estados Unidos.
