El arbitraje de Julio Bascuñán generó polémica en la final de la Libertadores

Corría el minuto 95 de la final de ida de la Copa Libertadores y la polémica se instaló en el Arena do Gremio. En la última jugada del partido, cuando los locales vencían por 1 a 0 a Lanús, Jael cayó en el área por un empujón de Nicolás Aguirre y los reclamos de los brasileños no se hicieron esperar. Sin embargo, Julio Bascuñán no se complicó y prefirió dar por terminado el partido. 

La ira de los jugadores de Gremio se desató con el pitazo final y fueron a encarar al árbitro chileno, quien tuvo una cuestionada labor en la final de la Libertadores y también pasó por largo una falta en el área a Ramiro cuando terminaba el primero tiempo.

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Incluso, los reclamos no sólo fueron de los locales, sino que también vinieron de los jugadores de Lanús, quienes cuestionaron el criterio para amonestar que tenía el juez nacional, siendo la amarilla que recibió Diego Braghieri en los minutos finales y que lo inhabilita de jugar la vuelta la que más les molestó.

«Estoy con mucha bronca, que me amonesten al final y quedar fuera de la final de la vuelta, no tengo palabras. Puede que haya sido amarilla, pero para ellos también había mínimo otra tarjeta», dijo el defensor de los argentinos sobre la amonestación que recibió.

Rolando García, en tanto, fue más duro con Julio Bascuñán y criticó el trato que tuvo cuando se le acercaron a exigir explicaciones por alguna amonestación: «al árbitro le costó. Tiene un trato un poco duro con los jugadores, intentamos acercarnos para hablar y él te trataba mal. De la amarilla que le sacó a Braghieri hubo como diez para Gremio».

Incluso, tal como informó el periodista Eduardo Moura de Globoesporte, el enojo fue tanto que Walter Kannemann, quien también quedó suspendido por una amarilla, encaró a Julio Bascuñán tras el encuentro, lo mismo que hicieron el médico y el enfermero de Gremio.