Gremio y Lanús no estuvieron a la altura y protagonizaron una deslucida final de ida de la Copa Libertadores. Pese a las escasas opciones de gol que se generaron en el duelo disputado en el Arena do Gremio, los brasileños pudieron ganar por 1 a 0 al aprovechar una desconcentración de la defensa de Lanús que Cícero Santos transformó, a los 83 minutos, en el único tanto del partido.
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Aunque las expectativas de un buen partido estaban instaladas, el encuentro nunca convenció y los equipos parecieron no querer arriesgar para no cometer errores que le pudieran ayudar al rival. Así fueron transcurriendo los minutos y la opción más clara de gol recién llegó a los 39 minutos, cuando Diego Braghieri cabeceó un centro desde el tiro de esquina y obligó a Marcelo Grohe a estirarse para realizar una gran atajada y sacarla desde la línea.
El segundo tiempo siguió la misma tónica que el primero y Lanús se dedicó a defender el cero en su arco ante la presión que propuso Gremio. Pese a que el trámite no era bueno, los locales se las arreglaron para generar ocasiones de gol, teniendo una clara a los 55 minutos con un tremendo remate de Bruno Cortez que el arquero Astrada logró despejar al tiro de esquina.
Ese tiro pareció ser un espejismo dentro de un trabado partido y el cero parecía sentenciado. Hasta que apareció Cícero Santos para recibir solo un pivoteo y pinchar el balón ante el desesperado achique del arquero de Lanús, marcando el solitario tanto del encuentro que les permitió a Gremio dar el primer golpe en la final de la Copa Libertadores. Una pequeña ventaja que le permitirá enfrentar más cómodo la vuelta, a disputarse el próximo miércoles en Buenos Aires.
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