Luis María Bonini vivió una historia ligada al deporte de principio a fin. Es que el argentino nació para esto y siempre se mantuvo cercano a la actividad física desde joven y hasta el último día de su vida.
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Bonini comenzó su carrera como preparador físico en el inicio de la hoy poderosa Liga Nacional de básquetbol de Argentina, donde hizo su arranque en el legendario León Najnudel. Nadie hacía un pronóstico de lo que viviría después. Antes, en Buenos Aires, estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad del Sur trasandino.
«Como estaba relacionado al básquetbol por jugarlo y al rugby por mis amigos, decidí inscribirme para realizar el examen de ingreso en el profesorado de Educación Física, en Buenos Aires. Sobre 400, entramos 90. Es un recuerdo imborrable», dijo a El Gráfico de Argentina hace unos años. Un presagio de lo que vendría.
Unos años más tarde, el profe llegó al fútbol gracias a un histórico: Carlos Timoteo Griguol en Ferrocarril Oeste, lugar en el que vivieron la mejor etapa del club de Caballito conquistando los títulos Nacionales de 1982 y 1984.
Tras eso, su salto a la fama final llegó en los noventa, cuando comenzó su relación con Marcelo Bielsa, lo que lo terminó catapultando a la fama internacional y que lo convirtió finalmente en una persona muy respetada en Chile.
Entre 1998 y 2004 estuvieron en la Selección argentina, donde ganaron el oro olímpico en Atenas y sufrieron el fracaso de la eliminación en primera ronda del Mundial de Corea-Japón 2002.
Luego vino la etapa en Chile entre 2007 y 2010, conquistando a todo el país llevándonos al Mundial de Sudáfrica 2010, donde la Roja alcanzó los octavos de final y logró sus dos primeros triunfos en una Copa del Mundo desde 1962.
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Lo siguió al Athletic de Bilbao, donde en 2011-12 llevaron a los vascos a una campaña notable con dos finales: en la Copa del Rey y la Europa League.
Finalmente, Bonini decidió probar con las comunicaciones luego de dejar al Loco. Se avecindó en Chile y entre 2014 y 2015 fue comentarista de los partidos de la Roja en TVN, donde ganó mucha notoriedad y participó como panelista de varios espacios deportivos.
Tras dejar esa experiencia volvió a las canchas, primero para ayudar a Sebastián Beccacece en Universidad de Chile en 2016, sin embargo esa experiencia duró cuatro meses y dejó el cargo tras el despido del ex ayudante de Jorge Sampaoli.
En sus últimos días, Bonini trabajó en México en el Morelia, pero el cáncer pudo más.
Una historia llena de fe y convicción y siempre ligada al deporte.