Washington Sebastián Abreu revolucionó el fútbol chileno tras su breve paso por Deportes Puerto Montt, donde demostró que la edad no es impedimento para rendir en el alto nivel.
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Con trece partidos jugados como titular (de un total de quince), y con once goles a su haber, el Loco se ganó el reconocimiento y el cariño de los hinchas chilenos, lo que le valió convertirse como el Mejor Jugador de Primera B en los Premios El Gráfico 2017.
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Tras la premiación, el uruguayo realizó un balance de su paso por el sur del país donde destacó el nivel del fútbol chileno y de los prejuicios que tuvo que superar cuando arribó al cuadro salmonero. ¿El futuro? Abreu da pistas de lo que viene en su carrera en el corto plazo.
¿Qué significa para tu carrera ser reconocido como el Mejor Jugador de Primera B en los Premios El Gráfico 2017?
Feliz del reconocimiento. Para mí la edad no influye. Puedes tener 20 o 40 y puede ser lindo igual. No porque tengas 41 lo defensas se van a abrir y dejar que hagas los goles, al contrario, van y te parten como si tuvieras 20. Lo hay que analizar es la competitividad de un jugador de trayectoria. Lo especial está en que vienes a un fútbol, juegas cinco, seis meses y estás en una terna para ser premiado. Es lindo, por más que esto sea un cassette, no podemos obviar que uno está acá por el funcionamiento del equipo. Si tuviera cualidades como Valdivia tranquilamente podría ser el mejor del torneo, pero un centrodelantero como es mi juego, si no tengo a mis compañeros que me ubiquen y se asocien, estoy totalmente muerto.
¿Cuál es el balance que haces de estos seis meses en Puerto Montt?
El desafío terminó con un balance sumamente positivo, sobretodo porque está más que claro, y uno trata siempre de no olvidar lo que fueron los inicios, hubo muchos cuestionamientos principalmente por un tema de pre concepto de lo que es la edad en el deporte. Hablaban que llegaba un jugador de 40 años y no todos los comentarios eran en base a una realidad. El análisis era simplista, en base a la edad, pero uno tiene que aceptarlo porque son las reglas del juego. Sabía que a partir de ahí, uno pone en juego el prestigio y la imagen, pero sabía que en lo personal tenía lo futbolístico y lo físico, potestades como para poder realizarlo, necesitaba de la sociedad y del entendimiento del equipo, y a partir de ahí fuimos sacándonos provecho mutuamente: El equipo de mi juego y mis situaciones de gol para poder hacerlas efectivas. Terminado el campeonato, pude ser goleador del torneo, y de los quince partidos jugué trece como titular. Pero lo más importante y lo más lindo fue llevarme el cariño, el respeto y la valoración de la gente de Puerto Montt y del hincha chileno.
A partir de lo que dices, podría ser que tapaste bocas…
No, tapar bocas no. No es mi perfil, no es mi esencia en la vida querer devolver ese tipo de circunstancias. Sí trato de predicar con el ejemplo y encaminar a todos a individualizar los casos. No todos los de 40 años pueden jugar y no todo los de 20 años pueden jugar. El fútbol es rendimiento, es tratar bien el balón, es tener disciplina, dedicación, amor, pasión por el fútbol. Y partir de ahí el técnico dispone si estás en condiciones o no. Lo lindo de este deporte es que a la hora que pita el árbitro adentro de la cancha, no es lo mismo que cualquier otro trabajo. Por ejemplo, vos en la redacción está el que lleva 20 años trabajando y tiene un status en la oficina diferente al que lleva un año. Y el que tiene 60 años tiene una trayectoria que todos respetan y un joven no puede estar a ese nivel hasta que lo consolide. En el fútbol uno de 20 está al mismo nivel de uno de 40, entonces el desafío lindo es poder decir «estás compitiendo con ‘cabros’, eres funcional al equipo». Mi búsqueda siempre es ser competitivo, a través de la competitividad consigues que el rendimiento sea elevado.
¿Crees que Puerto Montt mereció más, considerando tu desempeño?
Hay que ser realistas. El plantel se armó en base a las necesidades y a las posibilidades que se podían encontrar, con un presupuesto muy bajo. Habían jugadores que no venían con ritmo, con buena participaciones, en muchos casos apuestas para ver si encontraban su lugar en el mundo, un plantel que se termina de conformar sobre la competición, complicado con el promedio, y me parece que se hizo una campaña muy buena. Nos daban que en las últimas fechas estaríamos para no descender y terminamos peleando el sexto lugar. Fue una campaña aceptable y la gente lo valoró.
¿Qué es lo que más rescatas de tu paso por el fútbol chileno?
Tenía en base a experiencias por haber venido a jugar Copa Libertadores, un prototipo de fútbol en base a las infraestructuras lo bien que están los estados del campo de juego, el tema cultural que tienen los equipos del Pacífico: mucha posesión del balón. Todo eso lleva a disfrutar del juego, y corroboré que sí, que esos aspectos ayudan a que los rivales intenten jugar y nosotros intentemos jugar. Cada uno con sus características, cada uno con su estrategia, pero con un denominador común que es tratar bien la pelota, querer atacar, proponer el juego asociado desde la salida del arquero.
¿Qué viene para tu futuro más cercano? ¿Seguirás en Puerto Montt, seguirás en Chile, pero en otro club?
No se ha podido definir nada todavía por el hecho de que se está jugando el campeonato aún. Hay conversaciones avanzadas, hay intereses de los clubes, y la posibilidad latente de continuar en Puerto Montt. Pero me imagino que de aquí a dos semanas mi futuro va a estar definido. También está lo de China, pero eso viene a través de intermediarios. En base que vayan pasando los días. No me gusta hablar de nombres cuando todavía no hay ofertas concretas. Lo único concreto es la propuesta de Puerto Montt. Prefiero mantener cautela y cuando llegue el momento se va a saber.