El Gráfico Chile

La sacrificada travesía de Diego Buonanotte para cumplir con la UC y con su padre

El Enano reparte sus semanas entre San Carlos de Apoquindo y Teodelina, su pueblo natal en Argentina, donde se encuentra su convaleciente progenitor.

Diego Buonanotte ha vivido un duro segundo semestre de 2017. Más allá de la amargura en el plano deportivo a raíz de la pobre campaña de Universidad Católica, el futbolista argentino ha sufrido con el delicado estado de salud de su padre, Mario, quien a mediados de octubre sufrió un accidente cerebrovascular.

PUBLICIDAD

Por lo mismo, en las últimas semanas de octubre el Enano se ausentó, con permiso del cuerpo técnico y la dirigencia, de los trabajos de la UC, para acompañar a su progenitor en Teodelina, su pueblo natal en la provincia argentina de Santa Fe, donde Mario Buonanotte se encuentra en recuperación.

Recomendados:

Pero ya en noviembre el mediocampista argentino retomó sus labores en el plantel de honor de la Franja, sin embargo ello no ha significado que no vea a su padre. El ex River Plate reparte sus semanas entre San Carlos de Apoquindo y la casa de su familia en Teodelina: viaja después de los partidos y vuelve a entrenar los miércoles o jueves.

«Mañana (martes) me voy, volveré el miércoles o jueves y así lo estoy haciendo desde lo que pasó con mi papá, porque quiero estar en los dos lados. Y la verdad es que tengo que estar acá, voy a dar la cara por este club siempre», dijo Buonanotte tras el triunfo 4-1 sobre Palestino en la precordillera.

El talentoso volante justificó su travesía al expresar que «si hoy jugando en primera división es gracias a él (su padre) y la verdad es que es difícil estar acá, pero tengo que estar porque el momento de Católica es difícil y tengo que estar dando la cara. Lo más fácil para mí hubiera sido estar en Argentina porque el club me dio esa libertad para estar con mi familia, pero creo que el sacrificio de ir y venir vale la pena porque yo me debo a Católica y soy un agradecido de este club».

Sobre la victoria sobre los árabes y el adiós del DT Mario Salas, el trasandino sostuvo que «a veces es injusto porque siempre se le echa la culpa al entrenador porque es más fácil. Acá los culpables somos todos y normalmente es el técnico el que paga. El triunfo era por él para regalarle su último partido en casa con una victoria. Se dio redondo».

Tags


Lo Último